�La capacidad de la oposición de captar el descontento y las continuas escisiones que sufre Buzzi tienen un límite electoral en el Estatuto de la Federación, que data de su creación y exige requisitos difíciles de cumplir para presidir. Para ser presidente de la FAA primero se debe ser director, cargo que se renueva cada 3 años y requiere de la aprobación del 66% de los congresales, por lo que hay que pasar por varios filtros. Buzzi tiene la ventaja de ser director, mientras que De Angeli, debe reelegir primero como miembro del consejo directivo.