En San Juan hay gran cantidad de monumentos y espacios que recuerdan a los diputados de la provincia durante el Congreso de Tucumán, Justo Santa María de Oro y Francisco Laprida, quien además fue presidente durante la declaración de la Independencia. A continuación, la historia de algunos de los más importantes.
Laprida

Una obra con historia
Una de las imágenes de mayor valor que representa a Laprida es la que permanece en la plaza General San Martín, la principal de Jáchal. Se trata del monumento realizado por la escultora Lola Mora en mármol blanco de carrara. En la obra se ve al prócer en su juventud, sin el bigote que luciría años después.
Fue esculpida entre 1906 y 1907 como parte de la obra “Conjunto Cuatro Presidentes”, que pretendía homenajear a Facundo Zuviría, Carlos María de Alvear, Mariano Fragueiro y al sanjuanino.
En 1907, fue colocada en el hoy denominado ‘Salón de los Pasos Perdidos’ del edificio perteneciente al Congreso de la Nación. Pero, durante este periodo la artista sufrió persecuciones y fue criticada por “oponerse a la moral imperante en su época”. Debido a esto la escultura se trasladó a un depósito municipal en 1915, junto con otras de la artista.
Luego, se decidió separar el conjunto de la obra y se entregó sus partes a las provincias de las cuales eran oriundos los presidentes homenajeados. La escultura llegó a San Juan en 1930 y fue colocada en el Parque de Mayo. Sobrevivió al Terremoto de San Juan de 1944 y, posteriormente, la sacaron y la conservaron en un depósito municipal.
En 1951, con motivo del aniversario de la fundación de la ciudad de San José de Jáchal fue trasladada a su plaza central.

El recuerdo de su casa
La casa en la que Laprida nació y se crió estaba emplazada donde hoy está la galería comercial que lleva su nombre. Aunque la vivienda fue demolida tras el terremoto de 1944, aún se conserva en el lugar una placa que recuerda la importancia de ese sector de la Ciudad.
Fue colocada el 9 de julio de 1888, tras ser fundida en el Arsenal Nacional de Guerra con una leyenda que reza: “Casa donde nació el Dr. Narciso de Laprida, el 28 de octubre de 1786, presidente del Congreso que declaró en 1816 la Independencia Nacional, Arsenal de Guerra, 9 de julio de 1888”.

Un pulmón de la Ciudad con su nombre
Otro de los espacios donde se homenajea al presidente del Congreso de Tucumán durante la Declaración de la Independencia es la plaza Laprida, ubicada frente a la escuela Normal Sarmiento. Allí hay una estatua que fue colocada en su honor el 25 de septiembre de 1904.
Uno de los puntos más anecdóticos sobre esta imagen es que se cayó con el terremoto de 1944 y cuando volvieron a colocarla, lo hicieron al revés: ahora mira hacia el Norte y no hacia el Sur, como fue instalada originalmente.
Santa María de Oro

Su corazón
Uno de los principales símbolos que recuerdan al Fraile es nada más y nada menos que su corazón. El mismo está hoy en la sala que, se supone, fue la habitación de Justo Santa María de Oro en su casa natal, donde hoy funciona el Colegio Santa Rosa de Lima. El mismo se encuentra al fondo de la habitación, en un recipiente de vidrio.
Fue tras la muerte de fray Justo, en 1836, que el doctor Aman Rawson, médico personal de Santa María de Oro y padre del doctor Guillermo Rawson, extrajo su corazón. La reliquia fue conservada por la familia Oro y donada en 1886 al Colegio Santa Rosa de Lima.
Un dato llamativo sobre esta reliquia es que debió ser restaurada. La tarea se realizó en 1963, en Córdoba, por decisión de la madre Superiora del Colegio en ese momento, Sor Lucila del Carmen. La obra estuvo a cargo del doctor Ángel Roque Suárez. El corazón fue restituido al colegio recién dos años después, un 19 de octubre de 1965.

Estatua pionera
El 9 de julio de 1897 se inauguró en honor del fray Justo, la estatua de su figura en la plaza 25 de Mayo. La obra fue realizada por el artista Luis Correa Morales y tiene la particularidad de haber sido la primera levantada en el país.
Para el acto de inauguración, numeroso público y personalidades notables de toda Argentina llegaron a San Juan con el fin de rendirle homenaje al primer Obispo del país.

Su cuerpo
El cuerpo del fray Justo Santa María de Oro yace en una tumba que fue creada en la cripta de la Iglesia Catedral de San Juan, donde también descansan los restos de otros obispos de la provincia. Allí se había realizado también su funeral.
