Los bailarines y actores que serán protagonistas del espectáculo de cierre de la Fiesta Nacional del Sol, que será el próximo 27 de febrero en el autódromo El Zonda-Eduardo Copello, ensayan a full y en total hermetismo. Por el momento, las prácticas se están realizando en el patio y el salón de actos de la escuela Antonio Torres, donde todo se hace a puertas cerradas y en total secreto.

Ocultar los detalles de cómo será el espectáculo final de la fiesta máxima de los sanjuaninos es una constante de todos los años. Si bien se deja a la luz algunos detalles para promocionar el show, la mayor parte del show se guarda en cofre de siete llaves, con el objetivo de generar mayor impacto y sorpresa en el público durante la presentación.

Este año no es la excepción. Las instalaciones de la escuela Antonio Torres, donde están realizando los ensayos, están cuidadosamente controladas. Las puertas están cerradas con trabas y el ingreso al hall está custodiado por dos personas que impiden el ingreso de cualquiera que no sea artista o coreógrafo.

Las puertas de madera del salón de actos donde ensayan los bailarines y artistas que realizarán el teatro aéreo se mantienen cerradas. Y la puerta del patio, donde ensaya el resto de los bailarines, está cubierta con un pizarrón negro.

Ayer se develaría una parte del misterio sobre cómo será el show en el escenario del autódromo. Los artistas del espectáculo aéreo, que volarán sobre el escenario, realizarían una muestra ante la prensa para que la gente fuera palpitando el show. Pero no fue así. Los técnicos desarmaron las estructuras en las que los bailarines realizan los trucos para mudarlos a otro espacio y la prensa se quedó con gusto a fósforo. Según se anunció, la exhibición se hará hoy, pero en un lugar más amplio, que aún no se confirma dónde continuarán los ensayos.