Ayer sólo quedaban algunos vidrios rotos esparcidos por calle Lavalle y Maestro Sarmiento, en el barrio Fortabat, Rivadavia. Eran restos de evidencia de lo que los vecinos y padres aseguraban que había ocurrido el martes por la noche en las puertas de la escuela Independencia Argentina. Decían que el hijo (de 22 años) de la casera de la escuela, luego de romper vidrios de algunos vehículos estacionados afuera, amenazó a toda la comunidad educativa al pasearse con un sable por el interior del edificio. El muchacho fue detenido por la Policía, pero los padres, temiendo por la seguridad de sus hijos, ayer decidieron tomar la escuela e impedir que tuvieran clases hasta que saquen a esa familia del lugar.

Las versiones de los vecinos denuncian que, unos minutos después de las 20 horas del martes pasado, el hijo de la casera corrió por las galerías del establecimiento con un sable en mano mientras los alumnos de la escuela nocturna tenían clase, agredió a una docente y se escapó por los patios traseros de la escuela.

Los ruidos de vidrios rotos alertaron a los vecinos, a un policía de civil y a un patrullero que estaba haciendo sus rondas por el barrio. Luego de una breve persecución, los tres policías (uno fue agredido por el muchacho) lograron interceptarlo en la vereda que rodea el edificio escolar y lo llevaron a la Comisaría 13ra, donde aún se encontraba preso hasta ayer.

Los padres apostados en el lugar sostuvieron que este no fue el único episodio protagonizado por el joven. "Hace como dos meses entró a la Dirección y empujó a una maestra contra el escritorio", dijo una de las mamás. Esa versión fue confirmada por los mismos docentes, que agregaron que desde entonces tuvieron que pedir una guardia policial.

Otra mamá comentó que hizo una exposición policial contra el muchacho porque le largó a su hija una piedra cuando iba caminando por la vereda de la escuela. Y los vecinos del barrio lo acusan de haber dañado comercios y movilidades de la empresa de colectivos La Positiva (que estacionan ahí).

Tanto los vecinos como los padres manifestaron que este muchacho ha provocado varios problemas en el lugar y que sus episodios de violencia, que involucran por lo general piedras, han sido contra el edificio escolar, la comunidad educativa y los vecinos. Por eso, el miércoles pasado sumaron firmas y llevaron su denuncia a la Comisaría 13ra y elevaron un pedido al Ministerio de Educación para que saquen de la escuela a la casera encargada de cuidarla y a su familia.

Ayer, con carteles, con el apoyo de la Dirección de la escuela y preocupados por la inseguridad que rodea a sus hijos, los padres siguieron con su reclamo y prometieron extenderlo hasta conseguir una solución.