Con sólo 2 años Solange González demostró sus dotes de bailarina. Sin mucha precisión y coordinación, pero sacando a la luz su alegría, la pequeña se lució junto a las pasistas de la comparsa Aires de Carnaval. Mientras que las jóvenes con sus movimientos sensuales, hicieron que el corsódromo La Superiora estallara en aplausos. Así, entre la ternura y los suspiros que contagiaron los niños y la admiración por los esbeltos cuerpos de las mujeres, el Carnaval de la Alegría de Rawson se celebró ante más de 25.000 personas. Este dato fue provisto por el secretario de Seguridad, Gustavo Fariña.

Los chicos del ballet Semillitas de Libertad fueron los encargados de romper el hielo. Si bien no bailaron al ritmo de las batucadas, se lucieron con cumbias, cuartetos y hasta con el Chu Chu Ua de Piñón Fijo. Después de esta apertura en miniatura, el brillo de las lentejuelas y las plumas le dieron un toque más carnavalesco al corsódromo.

Las batucadas tocaron sin parar y las jóvenes se movieron sin descanso. A pesar de que algunas quedaron teñidas de blanco por la espuma que arrojó el público, nunca dejaron de sonreír y de mostrar sus habilidades.

Además de las comparsas, hubo algunas invitadas de otros departamentos, las murgas le pusieron emoción. Cantando en vivo y hasta haciendo recitados, los chicos de todas las edades desplegaron un sinfín de colores y sonrisas, a lo largo de todo el corsódromo.

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