Cortos, largos y de colores llamativos, los ponchos, las capas y los echarpes se han transformado en las prendas perfectas para abrigarse y estar a la moda. Cuáles son las principales diferencias entre ellas.
 
Ponchos: Originariamente surgieron como prendas de abrigo para aquéllos jinetes que trabajaban manejando ganado en los campos o ranchos. A la hora de montar a caballo, el poncho se convertía en una prenda cómoda que recubría casi por completo al jinete y a la vez le permitía manejar las riendas con facilidad, mientras lo protegía del frío y la lluvia.
 
Capa o ruana: Es un accesorio que, a diferencia del poncho que tiene solo un agujero en el centro, es abierta en el frente para facilitar la movilidad de los brazos. Es una prenda elegante, muy liviana, cómoda y permite aportarle más carácter acompañándolo con un cinturón.
 
Echarpe: Es una prenda estrecha y larga como una bufanda, pero más ancha. También es un complemento elegante que va sobre los hombros. Es versátil porque además sirve para cualquier época del año, considerándose apropiado, sobre todo, para fiestas.