Con el Bicentenario de escenario, San Juan fue una de las ocho sedes elegidas para la disputa de la Copa América. En el reducto pocitano se disputaron en total tres encuentros: dos correspondientes al grupo C, el 4 de julio, entre Perú-Uruguay y Chile-México; y el restante perteneciente a los cuartos de final, el 17 del mismo mes, con el choque entre Chile-Venezuela. En ambas jornadas la concurrencia trepó a los 20 mil espectadores, dándole un marco ideal a semejante acontecimiento.

Hasta San Juan llegaron en total unos diez mil hinchas extranjeros, en su mayoría chilenos, que dejaron como ganancias en el aspecto turístico cerca de 30 millones de pesos en total. La capacidad hotelera estuvo completa.