Algunos beneficiarios de la tarjeta social la perdieron por no darle el uso adecuado. A pesar de que su crédito se puede gastar nada más que en alimentos, porque el espíritu que tiene es ayudar a una buena nutrición de las familias más vulnerables, muchos la utilizaron con otros fines y el Gobierno provincial los sacó del padrón cuando detectó la irregularidad.
En la revisión de las compras, se encontraron cosas increíbles. Entre otras cosas, el Ministerio de Desarrollo Humano se llevó la sorpresa de que algunas jefas o jefes de hogar usaron el plástico para pagar bebidas alcohólicas y cigarrillos en lugar de alimentos básicos. Para poder hacerlo, por supuesto, contaron con la complicidad del negocio.