En una de las mudanzas, arreglando papeles viejos, Jaime de Lara encontró un libro que le habían prestado hace años y que se le traspapeló con el paso del tiempo. Ese hallazgo casual lo hizo reflexionar y fue cuando se dio cuenta sobre la importancia de devolver los libros a sus dueños ni bien se terminan de leer. Pero lo que pudo ser una simple anécdota, se transformó en una efemérides insólita. Es que la Municipalidad de la Capital acaba de dar su visto bueno y declaró de interés municipal al “Día de la devolución de libros prestados”. Para dar a conocer la iniciativa, hoy a las 20 en la Biblioteca Franklin, habrá un acto en el que devolverán libros prestados, contarán anécdotas y además habrá degustación de empanadas y vino sanjuanino.
Por casualidad, esta efemérides surgió a partir del hallazgo de una obra literaria escrita por Víctor Ostrowski, en 1954. Y que desde hace 50 años se encuentra agotada. Tal es así que en la provincia sólo hay un par de ejemplares del libro que se llama “Más alto que los cóndores”, y que se transformó en la bibliografía de cabecera de los montañistas de todo el mundo.
“El libro es de Alberto Zimmermann. Fue el mismo Ostrowski quien se lo dio en los ‘60. Unos años después me lo prestó y se me perdió. Cuando lo encontré entendí lo importante que es devolver libros prestados. Sobre todo los que se piden en las bibliotecas. Es cada vez más frecuentes que los socios no devuelvan lo que se llevan”, dijo Jaime, más conocido como El Gringo de Lara. Lo que se busca con este día es crear conciencia sobre la importancia de la devolución de lo prestado. Y si bien la iniciativa apunta a lo que sucede en las bibliotecas, también se pretende generar un espacio de reflexión entre las personas que se intercambian material bibliográfico.
Según el ideador de esta efemérides, que además es el presidente de la Asociación de Inventores y Creativos del interior del País, esta idea la trae desde hace años y recién ahora encontró apoyo municipal.