Por Maximiliano Aguiar – Consultora Acierto
�En el marco de las campañas electorales, cualquier hecho político genera modificaciones en las estrategias de los candidatos, en temas, tiempos y tonos. La intensidad de la campaña va en aumento y la atención ciudadana se centra, por breves semanas, en la dinámica política de la misma, pasando a ser tema de conversación en la mesa hogareña y la calle.
Al mismo tiempo, la salud de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es un tema de envergadura que excede en mucho cualquier campaña, y que cambia el eje de la discusión en el espacio público. En ese sentido, por supuesto, será un protagonista en los días por venir, los más densos de la campaña.
En el oficialista Frente para la Victoria, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estará fuera de los actos públicos, pero en el centro de la escena política. Se descarta su presencia en actos o visitas a los diferentes distritos. Sin embargo, su presencia simbólica será más fuerte que hasta ahora, marcando actos y estrategias comunicacionales de sus candidatos. La presidenta de los argentinos estará sin estar.
Entre otros aspectos, es probable que el eje discursivo de la oposición gire en torno a los deseos de recuperación para la presidenta y, al mismo tiempo, marquen al vicepresidente a cargo de la presidencia, Amado Boudou, como el destinatario de las críticas políticas y la diferenciación. Al mismo tiempo, seguramente intenten colar el tema de la sucesión política en el actual Gobierno nacional. Pero en estos temas, el que se excede pierde.
La solidaridad ante quien sufre un problema de salud es un sentimiento que empaña cualquier diferencia de otro orden. Aún aquellas figuras en las antípodas ideológicas deberán moderar sus discursos y priorizar la dimensión humana sobre la política en un contexto en el que cualquier expresión fuera de lugar generará un costo importante en términos de imagen pública. Se acerca la última etapa de la campaña electoral, y la salud de la presidenta será protagonista.