Desde 1939 quienes estudiaban ingeniería en San Juan, a las inquietudes académicas sumaron las políticas y permanentemente fueron permeables a las ideas y utopías que tenían vigencia en el país. Es así que hubo etapas donde la mayoría de los estudiantes eran decididos antiperonistas, sobre todo allá por 1955, y otras donde fueron cautivados por el peronismo allá por 1973. La Cueva, la mítica confitería de la Facultad de Ingeniería, fue el lugar desde donde una y mil veces se proyectó cambiar el mundo, y las peñas organizadas por el Centro de Estudiantes eran el lugar donde se manifestaba ansias de libertad en lo más crudo de los regímenes militares.
