Al usar alimentos enlatados, es importante reducir el riesgo de intoxicaciones bacteriales. Es recomendable tener en mente estos sencillos pasos para el cuidado adecuado de estos nutrientes.

-Asegurarse que la lata esté intacta. No consumir el contenido si la lata está hinchada, deformada o con herrumbre o si, al abrirla, el líquido sale con fuerza, tiene mal olor o moho. No dejar que personas ni animales lo consuman.

-Si no se usa todo el contenido de la lata, refrigerar el resto o cocinarlo y luego refrigerarlo.

-Mantener bien caliente, a más de 140¦ F, alimentos de lata ya cocidos. Refrigerar antes de dos horas. Si la temperatura exterior sobrepasa los 90¦ F, refrigerar o congelar el alimento antes de que pase una hora.

-Si se van a usar sobrantes, calentar sólo la cantidad necesaria. Las salsas, sopas y jugos de carnes deben dejarse calentar hasta que hiervan; otros alimentos deben alcanzar una temperatura interna de 165¦ F.

-Al terminar de comer sobrantes desechar lo que no se consumió; no calentarlos más de una vez.

-Almacenar las latas en repisas secas y que no estén expuestas a la luz de sol.

-Intentar elegir aquellos alimentos enlatados que no llevan ni aceites ni sales, porque el aporte de calorías y sodio será menor.

-Si en la lata dice “seco” o “seco y remojado”, los valores nutritivos cambian sensiblemente ya que algunos de sus componentes se alteran perdiendo su valor intrínseco, y otros se concentran adquiriendo un valor superior, dependiendo esto último del tipo de proceso utilizado para el secado del vegetal o de la fruta.

-Todos los productos de conserva tienen obligación de informar en su etiquetado los siguientes datos: denominación del producto, informando su naturaleza real; peso (neto) contenido y en caso de poseer líquido el escurrido; nombre del fabricante con su dirección; fecha de elaboración; número de aprobación del producto y organismo responsable; número del RNF y RPA e ingredientes que componen el producto.

– No conservar restos en el envase de lata, pasarlos a un recipiente de vidrio con tapa.

-Cada vez que se use el abrelatas limpiarlo muy bien.

-Al abrir una conserva observar si se produce una desgasificación, lo que es un mal síntoma. No hay que confundir esto con el sonido normal debido a la penetración de aire en la porción vacía de la lata.

-En las conservas realizadas con vinagres o con salmuera se notará que los ingredientes están blandos o resbaladizos, hay que desecharlos ya que esto es un signo de que la solución de sal o vinagre no fue lo suficientemente fuerte para mantenerlo o también que el cierre del frasco fue deficiente.

También hay que descartar las conservas en las que se advierte moho en la superficie porque esto indica que hay contaminación. El moho produce esporas que pueden ser peligrosas.

-Otro peligro latente es el botulismo, producido por una bacteria que se reproduce en ambientes sin oxígeno. Es fundamental la limpieza de las frutas y verduras que se van a utilizar como así también los envases y utensilios. La bacteria no se desarrolla en ambientes ácidos y es totalmente destruida al sometersela en calor por muchas horas. Para eso es imprescindible la técnica de la esterilización de frascos.

Por Carla Coppari