Para evitar accidentes y además para que el lugar no se deteriore, la Municipalidad de Rawson decidió custodiar el lago del Parque Provincial de ese departamento. Lo que busca es evitar que la gente ingrese al espejo de agua para bañarse. Las guardias se intensifican sobre todo los fines de semana, según contaron las autoridades municipales.
El lago es una de las atracciones de este predio de 7 hectáreas que está por calle Boulevard Sarmiento y Lemos. El espacio verde es uno de los sitios preferidos por los rawsinos para pasear. Pero con las altas temperaturas, desde la comuna detectaron que, aunque está prohibido, algunos niños ingresaban al lago para bañarse. Esto empezó a darse para las fiestas. “El espejo de agua es ornamental. Por ende, no está preparado para bañarse. Es peligroso y queremos evitar una tragedia”, dijo Rubén García, al frente de Obras de la Municipalidad de Rawson.
Para vigilar que nadie se bañe, pusieron efectivos de la Policía Comunal, que realizan rondas durante toda la jornada. Ahora, el parque está abierto desde las 7 hasta las 20. Y como la mayor cantidad de gente suele ir los fines de semana, en esos días, refuerzan la seguridad. “Sabemos que los chicos quieren refrescarse, pero una alternativa sin peligros y gratuita son las colonias de verano que hay en el departamento”, agregó García, quien dijo además que también realizan controles en los canales.
El Parque Provincial de Rawson se convirtió en el lugar elegido por los rawsinos para pasar los fines de semana. Allí hay hasta aparatos de gimnasia que la gente puede usar de manera gratuita. Este sitio fue inaugurado en marzo de 2009. A su lado se encuentra el Velódromo y a pocos metros, el CIC. Este enorme pulmón verde, que tiene una extensión de 7 hectáreas, está totalmente cerrado. Si bien, los portones se encuentran abiertos durante el día, porque el ingreso de la gente es libre y gratuito, de noche deben cerrarlo por el vandalismo. Tantos fueron los ataques que sufrió este predio, que es más chico que el Parque de Mayo (que tiene 12 hectáreas), que hasta tuvieron que elevar la altura del cierre perimetral y construirlo con materiales más resistentes para que los vándalos no hicieran boquetes en las paredes.

