La comparsa Ara Yevi combinó en su coreografía artistas disfrazados del papa o ángeles con bailarinas escasamente vestidas en un homenaje que rindió al pontífice argentino.

Cuatro carrozas decoradas representan diversos aspectos de la vida del papa: su llegada al Vaticano, su afición por el fútbol, su gusto por el tango y su labor anterior en las villas miseria.

Una de las carrozas lleva una paloma de la paz de grandes dimensiones encima del papa y del mundo.