Entre 2005 y 2007, en Capital erradicaron cinco de sus villas y asentamientos más emblemáticos. Y aunque al principio hubo proyectos para hacer obras en los predios que quedaron vacíos, la realidad es que tres de esos terrenos son verdaderos basurales, mientras que en otro construyeron un CIC y el restante tiene un cierre perimetral. Se trata de los exasentamientos Matadero, Montes Romaní, El Chorizo, UPCN y Catamarca, en los que vivieron más de 590 familias. El problema de los baldíos abandonados tras las erradicaciones volvió a la luz por la queja vecinal en Catamarca y Circunvalación, porque el predio se ha convertido en un vertedero sin freno.
Hace cinco años, este diario realizó un relevamiento en esas cinco exvillas y por entonces sólo habían quedado terrenos baldíos. Pero con el paso del tiempo, la gente los empezó a usar para arrojar basura y escombros.
La última queja vecinal la genera el terreno en el que estuvo la Villa Catamarca. Si bien tras la erradicación el predio fue limpiado y cercado con alambres, hoy es un basural. Apenas quedan unos palos con alambres y hay desde residuos domiciliarios, a escombros de construcciones. El problema es que se trata de un terreno privado y en este caso la municipalidad no puede ingresar a limpiar por la fuerza. Es por eso que sólo le queda intimar al propietario y, en caso extremo, recurrir a la Justicia de Faltas para que resuelva (las multas pueden alcanzar los $3.000). Según informaron, el dueño ya fue intimado a limpiar y cercar al baldío.
Sin embargo, el de la ex Villa Matadero es un predio del Estado y allí aún quedan restos de los ranchos derribados.