Rossi picó en punta rápidamente en el inicio de la competencia y no sólo soportó el acoso, por momentos intenso, de Agustín Canapino (Chevrolet), sino que además se sobrepuso a la reducción de diferencias que se produjo en la vuelta 19 con el ingreso del auto de seguridad.

La emoción no estuvo en la punta con el Granadero, sino en la lucha entre Werner y Pernía que por tratar de cazarlo, cedieron mucho terreno. Eso fue favoreciendo a Rossi que sólo manejó con precaución, adelante, para asegura el título.