Con el traje amarillo convertido en negro, tiznado por el hollín. Con el pelo rubio desprolijo, aplastado por el casco. Con los ojos verdes lacrimosos, por el humo. Con los hombros caídos, por el cansancio. Pero, sobre todas las cosas, con una sonrisa, por haberlo dado todo.

La foto no se parece casi en nada a las que le sacaron aquella noche del 23 de noviembre de 2019. Posaba espléndida, con la corona en la cabeza, la banda en el pecho, el cetro en la mano izquierda y el ramo de flores en la otra.

Encantadora. La Fiesta del Obrero Minero y la Minería se realiza anualmente en Los Berros, Sarmiento.

Sin embargo, la satisfacción es la misma o esta vez incluso mayor, porque pone en práctica lo que más le gusta: servir al prójimo.

La protagonista de esta historia es Melanie Rondano Giménez (20), actual Reina del Obrero Minero y la Minería, que hace tres meses se sumó al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Santa Lucía, formando un combo poco corriente.

Doble faceta. Con la corona en una mano y el casco en la otra. Siempre sonriente.

"Siempre me apasionó ayudar a los demás", cuenta la soberana, que, alejada de los aires de grandeza y con la humildad que la caracteriza, un día golpeó la puerta del cuartel sabiendo que a cambio no iba a recibir un solo peso. Y, no sólo no se fue más, sino que además proyecta una vida comprometida con la noble causa.

Melanie todavía recuerda aquella tarde de julio pasado, cuando fue a hablar con el presidente del cuartel, Pedro Medina. De allí salió con una sonrisa de oreja a oreja y con la ilusión por las nubes.

"Mis amigos Isma y Maxi forman parte del cuartel y ellos me comentaron cómo era. En las juntadas siempre me contaban de los incendios, de todas las cosas que se hacen acá y a mí me interesó. Entonces me propuse intentarlo, vine a hablar con el presidente y me dijo que no había problema en que me sumara", explica en una charla con DIARIO DE CUYO desde el cuartel, que está ubicado sobre Benavídez, entre Colón y Angualasto, que está operativo desde el 2017 y que lleva el nombre de Ariel Alejandro Ramos, un bombero ya fallecido que padecía una discapacidad.

Humildad y sencillez son algunos de los rasgos que forman la personalidad de Melanie. Para viajar desde su casa en Santa Lucía hasta el cuartel lo hace en colectivo. "Vale la pena", dice.

Las primeras jornadas de Melanie fueron de adaptación y aparte los sábados comenzó con las capacitaciones, que al día de hoy sigue recibiendo. También dedica horas al entrenamiento físico. Sus camaradas le tiraron flores al describirla como una "excelente compañera" que "está siempre con ganas de aprender cosas nuevas".

La chica no tardó en demostrar su entusiasmo y compromiso. En la mañana del 12 de agosto tuvo su debut en la calle. Salió en el camión a un incendio de pasturas cerca del Salón San Marino. "No pude actuar mucho porque soy aspirante, fui a ayudar a pasar las cosas y a dar apoyo", aclara. Pero ese mismo día en la noche tuvo un papel más determinante y que puso a prueba su empeño. "Estaba comiendo un asado cuando un amigo me manda una foto y me pone “ayuda”. Yo pensé que me estaba haciendo un chiste, pero después me mandó otra en la que el incendio se veía más grande. Ahí le dije a Maxi, que estaba conmigo, que qué le parecía que fuésemos. Nos vinimos al cuartel y fuimos al incendio, que era en Balcarce y Roque Sáenz Peña", recuerda entre risas, lejos de tomarlo como una anécdota tediosa.

La tercera salida fue el 8 de este mes. Fue la más dura de su corta experiencia, asevera, y sus compañeros coinciden. Esa fue la ocasión en la que terminó con el overol negro, luego de aproximadamente una hora y media de intenso trabajo. A eso de las 16, entró un requerimiento por fuego en un cañaveral detrás del Barrio Conjunto VI, que ponía en riesgo al menos a dos viviendas. Mientras Melanie relata cómo atacaron esa vez las llamas, abre bien los ojos, mueve las manos y cambia el tono de voz. Como si estuviera reviviéndolo, apasionada.

Las tres intervenciones en las que participó casualmente fueron en Santa Lucía, pero el cuartel presta servicio también en Chimbas y San Martín. Actualmente son aproximadamente 20 los voluntarios que ponen todo de sí en cada salida, de los cuales la mitad son aspirantes, como el caso de Melanie. Para convertirse oficialmente en bombera tiene que rendir un examen el próximo 2 de junio, fecha en la que en todo el país se celebra el Día Nacional del Bombero Voluntario.

Hay equipo. Melanie junto a sus compañeros. En el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Santa Lucía dijeron que funcionan como una familia.

"La idea es seguir con esto, siento que encontré lo que me gusta. Quiero instruirme más para ser una buena bombera", responde la chica ante la pregunta sobre sus aspiraciones. En marzo pasado abandonó la carrera de Geología porque "no es a lo que me quiero dedicar". "Estaba muy frustrada por eso y encontré acá mi mundo", festeja.

Sobre su reinado, admitió que para las fotos de esta nota tuvo que desempolvar los atributos. Es que la pandemia frenó todo tipo de actividad oficial, como los viajes a otras provincias para presenciar otras fiestas.

Es por eso que ahora adaptó su actividad al contexto que atraviesa la provincia y, en el marco de la crisis, lanzó junto a la Virreina, Nayla Jaled, una campaña solidaria para ayudar a merenderos (ver al pie).

Bajo perfil. Hasta antes de esta nota, los compañeros bomberos de Melanie no sabían que es actual reina. Ella no les había dicho nada.

"Lo que hacemos es gratificante, más allá de que no recibamos nada a cambio. Al voluntario le tiene que nacer del corazón", se despide la soberana, sacándose la corona y calzándose el casco para estar preparada para entrar en acción.

¡AYUDÁ A AYUDAR!

Con el apoyo de la Cámara Minera de San Juan, Melanie y Nayla lanzaron una campaña para llevar donaciones a diferentes merenderos de la provincia. Al primero que ayudarán será "Corazones Sonrientes", ubicado en Albardón, que asiste a unas 50 familias carenciadas.

Solidarias. Melanie y Nayla, dispuestas a ayudar.

Quien desee colaborar puede hacerlo con alimentos no perecederos, elementos de limpieza, juguetes y ropa. Se reciben donaciones los días martes y jueves, de 9 a 18, en Esteban Echeverría 526 Sur.