Los sentimientos se le mezclaron y la realidad le pareció extraña. Hasta hace menos de 4 años vivía en un rancho y durante los días de lluvia tenía que resguardarse en el interior de aquellos cilindros enormes y oscuros. Pero, su vida cambió. Consiguió trabajo en el Obrador Municipal y le dieron una casa. Después de pasar todo eso, ayer, Valeria Vera experimentó la sensación más rara. Fue cuando entró otra vez a ese lugar en el que pasó frío y hambre, donde estará la oficina en la que trabajará. Eso porque se inauguró la primera parte del Obrador Municipal de Rawson, construido donde estuvo el asentamiento Los Cilindros, en el que ella vivió.
La mujer de 34 años tiene 4 hijos y después de vivir en un asentamiento cercano a lo que fue el basural de La Bebida se mudó a la villa Los Cilindros, donde pasó 9 años. “Los chicos se enfermaban mucho en el basural. Entonces nos mudamos a Los Cilindros, porque mi papá vive cerca”, comentó Valeria.
El rancho en el que pasaba los días junto a su familia era de adobe y el techo estaba a punto de caer. Por eso, pasaba los días de lluvia adentro de los cilindros de cemento. “Mientras vivía así llevé un curriculum a la Municipalidad y me dieron trabajo en el Obrador. Yo ayudé a hacer las veredas del barrio 2 de Abril y del Lote Hogar 18, también trabajé en comedores”, contó con orgullo la mujer. A fines de 2008 le dieron una casa en el barrio Teresa de Calcuta. Y más adelante recibió la noticia de que había pasado a la planta permanente del municipio.
Hoy, Valeria trabaja en la sección Parques y Paseos que, cuando terminen de construir el Obrador, tendrá su oficina donde ella vivió. “Cuando entré tuve sentimientos encontrados. Me acordé de cosas feas, pero también me puse feliz de que ese lugar sea usado para que la gente trabaje”, confesó Valeria.
LA OBRA
El espacio en el que ahora está el Obrador, ubicado en calle Frías entre Boulevard Sarmiento y Doctor Ortega (en la villa San Damián), perteneció a un grupo de personas que pensaba hacer una bodega. Sin embargo, después de la construcción de los cilindros desistieron, el lugar quedó abandonado y se transformó en una villa. Tras la erradicación, el municipio expropió el terreno. Lo que se inauguró ayer es la primera parte de la obra, en la que se invirtió 1.650.000 pesos.

