La villa Montes Romaní era una de las de las más antiguas en Capital, con más de 60 años de existencia. Alrededor de 150 familias vivían allí hacinadas y con el tiempo se fue cargando de una fama negativa, por los hechos delictivos que se cometían en el lugar y en las zonas adyacentes.
En 2005, los habitantes del asentamiento fueron trasladados a dos barrios de Chimbas y uno en Rawson, en el marco del Plan de Erradicación de Villas del Gobierno provincial. Fue la tercera villa en erradicarse en Capital y con el anuncio de la construcción del CIC es la primera vez que se conocen proyectos para usar esos terrenos liberados.
