Ochenta y un horas arriba del auto, con un parcial que les demandó casi 13 horas. Los Sisterna están a más de 42 horas del líder Sainz, es decir, manejaron casi dos días más que el español. Por eso, durante la etapa de 600 kilómetros o en los enlaces, el binomio trató de matar el tiempo como podía. “”En el desierto, había lugares rectos de más de 50 kilómetros, así que no había indicaciones e íbamos callados. Ese día pusimos un cd, con música que le gusta a mi viejo, para aflojar la tensión. Y hasta nos fumamos un puchito. Esa etapa, con los enlaces incluidos, fue interminable´´, confesó Juan Pablo, cuya camioneta conserva su tablero original por ser de una categoría de coches de producción, como la T2. Por otro lado, los Sisterna en realidad no almuerzan, directamente cenan en el vivac. Durante el día, en carrera, comen en el auto las viandas que entrega la organización, como así también cereales, higos o turrones. Aunque, un par de veces el binomio compartió un asado en la noche con los miembros del equipo en asistencia y alguna vez, Silvina, hija de Lino, hizo sandwichs para todos. La jornada se inicia todos los días a las 6, aunque en tres etapas, Lino pasó de largo durante la noche arreglando la camioneta. Después, a subirse a la Montero y apretar los dientes para terminar la etapa, en el tiempo que sea necesario. Un susto grande. “”Los Sisterna están fuera de la carrera´´, sonó la voz de uno de los representantes del Dakar que estaban en el control del paso final a Zonda. Y al gobernador Gioja se le desfiguró la cara: ´´no puede ser´´, se le escuchó entre dientes. Pero cuando la decepción se estaba apoderando del grupo, Menegazzo trajo la tranquilidad: “”Acabo de comunicarme con ellos, les faltan 13 kilómetros y llegan´´, informó. Fue un minuto de nervios que dio paso luego a una gran emoción cuando los pilotos sanjuaninos arribaron al lugar donde los esperó la comitica oficial.