La semana empezó con buen clima y con el sol brillando a pleno. Todo lugar donde hay una pileta para refrescarse, volvió a ser el centro de encuentro de amigos y familias. Es que después de unos días nublados y lluviosos, el tiempo comenzó a mejorar y eso se notó porque la gente copó los clubes y las piletas. Esto es lo que se pudo ver después de que DIARIO DE CUYO realizara un recorrido por un par de clubes privados y piletas públicas ubicadas en distintos puntos de la provincia.

Por la falta de agua en el dique de Ullum, muchos decidieron recurrir a las piletas que hay en el Gran San Juan. "Vamos a lo seguro y a lo que está cerca. Nos tomamos un colectivo y listo", dijo Lisandro Alfaro, que llegó hasta la pileta Brisas del Plata, ubicada en Santa Lucía. Los encargados de este sitio reconocieron que recién ayer comenzó el movimiento de gente, ya que la semana anterior, hubo días que no había casi nadie por el mal clima. El lunes ningún club estuvo abierto porque es el día que por lo general cambian el agua de la pileta. Es por eso que recién ayer se notó de nuevo el movimiento. En todos los lugares que recorrió DIARIO DE CUYO, coincidieron en afirmar que es el primer día del año en que la gente concurre masivamente a disfrutar del agua. Y no fue para menos, ya que la mayor parte del día estuvo despejado y la temperatura alcanzó los 36 grados a las 17. Un pronóstico similar se espera para hoy, pero con lluvias aisladas.

Los chicos y los adolescentes fueron los que coparon estos lugares. Así, en El Palomar abundaron los juegos de naipes y la pelota, mientras que en el Club Banco Hispano, le sacaron chispas al trampolín. En el natatorio Las Viñas, en Santa Lucía, abundaron las familias, el mate y el bizcochuelo, mientras que en Brisas del Plata, lo que pegó fuerte fue el acuaerobic. Según contó la profesora Alejandra Pugliese, este año los hombres fueron los que más se acoplaron a la actividad. Alejandra contó que lo que busca la mayoría es bajar la panza. "Los varones se animan más a moverse en el agua, pierden la vergüenza y les hace bien", agregó la mujer.

El metegol es el otro clásico de las piletas. Y en El Palomar es donde más se notó. Algunos chicos tuvieron que esperar un buen rato para poder jugar y los campeonatos que armaron se extendieron hasta el atardecer. Las botellitas con agua mineral y el protector solar fueron los artículos infaltables, sobre todo, en los bolsos de las chicas. Aunque los muchachos no se quedaron atrás. Cada vez más coquetos, se animan a ir a la pileta con bijouterie y anteojos para sol, de última moda. La actividad más fuerte empezó pasadas las 14 y se extendió hasta el atardecer, ya que la mayoría de las piletas cierra a las 21.