Pablo Emilio Escobar Gaviria es considerado el mayor criminal en la historia de Colombia, pero su mala reputación no fue impedimento para acceder a un cargo político. Aunque nació en el seno de una familia humilde el 1 de diciembre de 1949, en 1990 fue incluido en la lista de las diez personas más ricas del mundo por la revista Forbes. Se decía que contaba con un patrimonio de entre 3 mil y 5 mil millones de dólares.
A los 17 años, Pablo abandonó los estudios y comenzó a dedicarse de lleno a la delincuencia, primero dentro del ámbito del robo de autos, luego como matón a sueldo y finalmente con el tráfico de marihuana con el que se convertiría en el rey del narcotráfico de cocaína tras fundar el cartel de Medellín con el que acumuló fortuna y poder. Compraba, policías, jueces, alcaldes y políticos de casi todos los rangos lo que le permitió convertirse en uno de los principales enlaces entre los productores de Colombia y los traficantes de EEUU.
Pero Escobar decidió ingresar a la política. Ganó una banca, pero a partir de su asunción en el Congreso, el periodista Guillermo Cano, junto al Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, comenzaron una investigación que reveló su verdadera actividad, y debido a ello, fue expulsado del Congreso en 1984. Inmediatamente envió a sus sicarios para que asesinaran al periodista y al ministro.
A partir de aquel momento comenzó en Colombia el período denominado el ’narcoterrorismo’, la guerra personal de de Escobar contra el estado colombiano.
Dentro de esta guerra existió un día imborrable, el 6 de noviembre de 1985. Ese día, el Palacio de Justicia, sede del Tribunal Supremo, fue asaltado por guerrilleros enviados por Escobar, que dieron como resultado la muerte de 94 personas, once de los cuales eran altos magistrados del tribunal.
En este período impulsó varios de sus crímenes más notorios: el de Guillermo Cano, director del periódico El Espectador y el del pre-candidato presidencial Luis Carlos Galán.
El 27 de noviembre de 1989, cuando hizo estallar el vuelo 203 de Avianca, con el objetivo de terminar con la vida del entonces candidato César Gaviria, y que dejó un saldo de 107 muertos.
Por esta ola de violencia se creó el cuerpo especial de la Policía Nacional cuya misión era detener vivo o muerto a Escobar. Luego de varios meses de intensas tareas de inteligencia se logró hallar del narcotraficante. El 2 de diciembre de 1993 murió luego de abatirse a duelo con los uniformados.
