El oficialismo encaró ayer una dura embestida contra el vicepresidente Julio Cobos, que incluyó un pedido de renuncia por parte del líder de la CGT, Hugo Moyano, mientras que los aliados del mendocino garantizaron que no abandonará su cargo.

Después del anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acerca de la suspensión del viaje a China para evitar que Cobos se quede a cargo de la primera magistratura, referentes del kirchenrismo aprovecharon para cuestionar la figura del vicepresidente.

El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, pidió la renuncia del titular del Senado, por considerar que es “el símbolo de la traición” y evaluar que “no puede estar en el lugar que está siendo el jefe de la oposición”. El resto de los referentes no pidió en forma directa la salida del gobierno pero desconfiaron de la actitud del vicepresidente, a quien le solicitaron una “profunda autocrítica”, por el rol opositor que adoptó desde julio de 2008.

Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli advirtió que mientras estaba en funciones “ni renuncié ni fui opositor: cumplí en plenitud mi rol institucional que es acompañar al presidente. A la hora de la verdad, yo ponía el hombro. El presidente o la presidenta son los que mandan, y uno, cuando tomó la decisión de acompañar, está para acompañar”.

Dirigentes del cobismo como Juan Carlos Jaliff -CONFE Mendoza- y el diputado nacional Daniel Katz justificaron la postura del vicepresidente y trasladaron las culpas al Gobierno por el “fracaso” de la remoción de Martín Redrado del Banco Central.

“Es el oficialismo el que permanentemente lo pone caprichosa y forzosamente en el centro de la escena a Cobos y creo que lo hace por una cuestión electoral, porque es el candidato (presidencial), aún sin ser un candidato formal, pero es el candidato que más ruido les hace mirando las elecciones de 2011”, analizó Katz.