El judo nació allá por 1882 de la mano del maestro japonés Jigoro Kano y años más tarde desembarcó en Argentina, siendo San Juan uno de sus tantos destinos. Con el correr de los años, este deporte de contacto fue evolucionando en la provincia y cada vez son más los chicos que lo practican a pesar de no ser popular. Muchos de ellos, al igual que sus padres, lo eligen porque los atrae la lucha, el contacto y la defensa personal, como así también la actividad individual y no en equipo. Además, cuenta con el plus de que los lugares donde se practica (ver aparte) cuentan con espacios cerrados y de un solo ambiente que no generan ningún tipo de peligro. Actualmente, hay unos 150 pequeños judocas distribuidos en las siguientes categorías: Microbios (4, 5 y 6 años) y Prepromocionales (7 y 8 años), ambas pertenecientes a las escuelitas, las divisiones que pueden competir a nivel nacional, como Promocionales (9 y 10 años) y las aptas para medirse en torneos internacionales, que son Infantiles A (11 y 12 años) e Infantiles B (13 y a14 años).
A pesar de que en Argentina no está completamente desarrollado el judo, San Juan cuenta con excelentes competidores, como son los casos de Karim Adárvez (campeón nacional), Wanda Moreno (integrante de la preselección argentina) y, en menores, de Ornella Gervasoni (12 años).
Como todo deporte, para llegar lejos hay que esforzarse al máximo. En la provincia hay muchos chicos que entrenan tres veces por semana en las diferentes categorías y también realizan distintas actividades en un gimnasio, ya que no se puede dar un mínimo de ventaja debido a que cada vez más se evoluciona en lo físico.
‘En San Juan hay deportistas que se forman rápido, aunque es muy difícil que una persona que no comienza a practicar la actividad desde los 5 o 6 años pueda llegar lejos. Siempre se trabaja para poner la lupa y ver quién tiene talento y quiénes no’, comentó Luis Meritello, presidente de la Federación Sanjuanina de Judo.
Este arte marcial combina la esencia técnica y táctica de dos de las antiguas escuelas clásicas de combate cuerpo a cuerpo japonés o Jiujitsu (la Tenjin Shin’yo-ryu y la Kito-ryu), que se basaban en la lucha cuerpo a cuerpo y que eran practicadas por los guerreros medievales en armadura o samurai en campos de batallas hasta el inicio del siglo XIX en Japón. Tiene una filosofía y una serie de principios que sus competidores absorben y aplican constantemente en la vida real, como los son los lemas: ‘Ceder para vencer, con un mínimo de esfuerzo y un máximo de rendimiento’ y ‘Aquel que sea suficientemente orgulloso y por demás cobarde para soportar las caídas del judo, no progresará jamás’.

