El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Alfonso Delgado, consideró que la comunidad católica tuvo “una alegría muy grande” cuando ayer fue beatificado el fallecido papa Juan Pablo II. Al expresar su gratitud por tantas personas que se acercaron a la Plaza San Pedro del Vaticano, Delgado explicó que los cristianos “hemos dado gracias a Dios por hacer beato” a Karol Wojtyla. Además destacó que la ceremonia se haya realizado justo el Día del Trabajador, porque Juan Pablo II fue un “hombre que trabajó con mucha dicha y esfuerzo para que siempre esté presente el profundo amor a Dios en cada persona sin excepción”. Asimismo, Delgado recordó los detalles que tuvo el Papa ante el pueblo argentino, sobre todo los conflictos por las islas Malvinas y el que hubo por el canal de Beagle que puso al país al borde de una guerra con Chile en la década de 1980. “Juan Pablo II no dudó en hablar de paz y estrecharle la mano a los argentinos. Teniendo en cuenta que se trataba de dos países con la misma fe, nos ayudó a encontrar una solución que satisfizo a todos, exponiendo su prestigio moral”. “En Argentina no dejó a nadie sin ver, incluyendo a los habitantes de la Patagonia, de Cuyo, de Córdoba, y a personalidades del mundo artístico y cultural”, recordó el arzobispo. Tras considerar que el fallecido Papa se destacó por su “dar amor más allá de lo posible”, Delgado evocó una conversación que tuvo con Juan Pablo II, quien le dijo “que todavía se acordaba de una lluvia que había visto en Corrientes”. Al analizar la celeridad con la que fue beatificado, Delgado consideró todo puso hacerse tan rápido porque hubo un “gran clamor que nacía del sentido de la fe en alguien que supo llevarnos al encuentro de lo más importante, el encuentro de Dios”.
