Con 60 años y un trasplante de hígado y riñón, Antonio Arredondo es parte del plantel de deportistas trasplantados que viajará a Sudáfrica, competencia en la que reúne cientos de personas que pasaron por este tipo de intervenciones, y que antes no hacían deportes.
“Me gustaba ver deportes, pero no me gustaba practicarlo. Luego de la operación me enamoré y ahora no me para nadie”, contó Antonio.
El hombre dijo que la pasión por el deporte le nació hace 8 años, luego de recibir su trasplante. Se acercó a la actividad física como parte de su tratamiento que se basaba en tener una vida sana. “El médico me exigió que comenzara a comer sano y hacer deportes, pero me embalé tanto con la natación y con correr, que ahora el doctor me reta porque por ahí me exijo mucho”, dijo.
Además contó que “antes del trasplante hacía muy poca actividad física porque no tenía tiempo por mi trabajo, pero ahora entreno todos los días”.