A principios de mes, el Museo de la Memoria Urbana cumplió siete años de su fundación. En un predio de avenida España, lo que quedaba de un viejo andén de cargas se convirtió en un espacio para recordar, por ejemplo, el terremoto de 1944 incluso con un simulador. Pero el avance en la construcción del Teatro del Bicentenario y las obras previstas alrededor hace que el lugar tenga sus horas contadas. El edificio será derribado y si bien está previsto un nuevo complejo, eso será dentro de tres años, por lo que deberán mudar el museo transitoriamente. Las autoridades anunciaron que buscan el mejor lugar y que hay dos opciones, ambas a pocas cuadras de donde está emplazado.

La estructura del Museo de la Memoria Urbana no va a seguir en el predio colindante donde construyen el Teatro del Bicentenario, que tiene previsto inaugurar este año. Por eso, los gobiernos provincial y municipal firmaron un convenio en el que Capital cedió parte de un terreno y en contrapartida, Provincia construirá los edificios nuevos de los museos de la Memoria Urbana y del Área Fundacional, pero recién para 2019, explicó Luis Meglioli, secretario de Cultura de Capital.

‘Provisoriamente debemos mudar todos los objetos del museo de la Memoria Urbana y el plazo previsto para iniciar el embalaje es fines de marzo. En principio, manejamos dos opciones para el traslado y funcionamiento provisorio. Uno es la biblioteca Juan Pablo Echagüe y el otro es el Mercado Artesanal’, adelantó Meglioli.

La biblioteca infantil Pablo Echagüe funciona en calle 25 de Mayo a metros de Santiago del Estero; y es la alternativa más firme. Es que ya está previsto montar una estructura de construcción en seco para albergar las aproximadamente 800 piezas del museo, además del simulador del terremoto.

Sin embargo, en los últimos días también entró a tallar otra opción, más cercana aún al lugar original. Es el Mercado Artesanal, en España y 25 de Mayo, que además de quedar a pocas cuadras del museo, es apto para poder montar las salas de exhibición.

Para la mudanza, embalarán todos los objetos y desarmarán el simulador, un proceso que quieren hacer en paralelo con el montaje de la estructura en seco para el museo, en la sede que sea elegida. ‘La idea es que el paréntesis de la mudanza sea breve, para que esté inactivo sólo unos días. Creemos que lo que más va a demorar será desmontar y luego armar el simulador de sismo, por lo que en principio estimamos que el museo estará cerrado una semana aproximadamente’, indicó Meglioli.