En la edición del martes pasado de DIARIO DE CUYO se contó la historia de Estela Flores, una mujer que asiste a la colonia de verano de 25 de Mayo y que dijo hacerlo muy esporádicamente, ya que, tal como mostró en el lugar, su silla de ruedas (sufre una discapacidad que le impide caminar) está absolutamente desvencijada. La mujer apelaba a la solidaridad de los lectores para conseguir una silla nueva, ya que, según declaró, "pedí una al PAMI, pero me entregaron otra más rota que ésta". Pero desde la obra social enviaron un comunicado contrariando esa versión: dijeron que a Estela le entregaron una silla de ruedas en "perfectas condiciones" en mayo del 2008 y que desde entonces la mujer no pidió renovarla ni se quejó por el posterior deterioro de su silla.