Como ni siquiera el método casa por casa hizo que subiera significativamente el índice de vacunación contra la gripe A, enfermedad a la que la ONU decidió mantenerle la categoría de pandemia, ayer desde el Ministerio de Salud Pública de la provincia salieron a jugar una última carta: vacunarán gratuitamente a todo el mundo que lo pida, y ya no sólo a quienes están dentro de alguno de los grupos de riesgo. Así lo dijo el titular de la cartera, Oscar Balverdi, mientras se aplicaba la vacuna a los empleados del Centro Cívico en el hall del mismo edificio.

Hasta ahora, pese a las campañas oficiales instando a vacunarse, la afluencia de público no fue la esperada. Según los datos difundidos desde Salud Pública, el plazo se había extendido y aún así apenas se había llegado a vacunar a las tres cuartas partes del objetivo. Las autoridades en todo momento dijeron que el motivo principal era la falta de conciencia en la gente, pero en el medio se cruzaron otros factores, como las versiones encontradas acerca de quiénes y cuándo debían vacunarse, más los desacuerdos entre las propias cifras oficiales.

La primera ampliación de destinatarios se hizo hace pocos días, cuando a los grupos de riesgo establecidos le agregaron uno tan amplio como incertificable: toda aquella persona que conviviera con alguien incluido en los grupos anteriores. La idea era fortalecer las barreras de prevención con la vacuna. Pero si bien eso aumentó la asistencia a los vacunatorios, el interés siguió sin ser el pretendido. A la vez, agregaron más lugares para vacunar, como las plazas y supermercados, y en algunos departamentos hasta salieron a hacerlo casa por casa.

Ahora, la apuesta es que haya una asistencia masiva a vacunarse, ya que no hay ningún requisito. Por eso hoy y mañana habrá una vacunación amplísima en toda la provincia, cuyos lugares y horarios están detallados en la edición de hoy de www.diariodecuyo.com.ar