Pismanta, en Iglesia, es en San Juan el ejemplo más emblemático en lo que a geotermia de baja entalpía se refiere. El calor de la tierra es la base de la geotermia de baja entalpía (aguas subterráneas ubicadas a 100 metros de la superficie); esta energía que genera la diferencia de temperatura del agua subterránea podría ser utilizada para refrigerar y calefaccionar edificios públicos, barrios y hogares, reduciendo el consumo energético del sistema actual. De allí el interés del nexo con los alemanes.