"Tiago ayer a las 7:40 tenía la boquita y los ojitos abiertos, pero ya estaba helado. Su hermanito mellizo seguía durmiendo junto a él en la cama de una plaza y media. Me desperté con los gritos y el llanto de mi hija y de mi yerno. El lo tenía en los brazos al bebé e intentaba reanimarlo, pero no respiraba, ya estaba muerto". Así lo recordaba ayer entre lágrimas Angela Córdoba, la abuela de los bebés de 8 meses. Relataba la historia mientras acariciaba un pie de Isaiac, el hermanito que está internado en el Hospital de Niños Juan Carlos Navarro. Ambos bebés fueron atendidos 3 veces en centros de salud esta semana, según miembros de la humilde familia que vive en Chimbas y que piensan que fue un caso de mala praxis. Los 2 niños, de apellido Montivero, tenían fiebre, vómito y diarrea. Les diagnosticaron anginas y luego gastroenterocolitis y los medicaron. Pero Tiago no mejoró. Y su propio padre, con los ojos rojos y abultados y aún sin poder creerlo, debió cargar el cuerpito, envuelto sólo en una manta, hasta la movilidad de la Morgue Judicial.
"Esperaban que se muriera uno para internar al otro", acusaba Angela con un pañuelo húmedo de lágrimas en las manos. Es que desde ayer está internado en el Marcial Quiroga el otro bebé, Isaiac, por orden de los profesionales del SIFEME (el servicio público de ambulancias), que corroboraron la muerte de su hermano.
La familia de los chicos es humilde. El padre, Sergio Montivero, es el que lleva dinero al hogar como obrero de la construcción. Además con su esposa, Cintia Robledo, tienen otro hijo de tres años. De acuerdo con Angela, la pareja piensa iniciar una acción legal contra los médicos del centro de salud Ramón Carrillo por mala praxis. Esto es porque piensan que si los profesionales hubieran pedido la internación o les hubieran hecho análisis, podrían haber salvado a Tiago. "A los chicos ni los pesaron ni los midieron ni les pidieron análisis de sangre u orina, sólo les miraron la boca", aseguró la abuela. DIARIO DE CUYO intentó comunicarse con gente de la sala sanitaria de Chimbas y no tuvo respuesta.
La familia asegura que los llevaron a atender 3 veces a centros de salud y la Policía encontró en la casa recetas y medicamentos que dan indicios que sustentan la versión. Desde la Fuerza revelaron que el bebé falleció de un cuadro de gastroenterocolitis.
A ambos pequeños, de acuerdo con la abuela, los llevaron el lunes pasado al Hospital de Niños. Allí les diagnosticaron anginas y les recetaron Reliverán, agua de sales y una dieta basada en pollo sin piel y agua de arroz. Los chicos tenían fiebre y vómito.
El martes, los niños no mostraban mejoría y se les agregó una diarrea. Por eso los llevaron al centro Ramón Carrillo. "En ese lugar les diagnosticaron lo mismo y les recetaron lo mismo, nunca les dieron una orden de internación, estaban deshidratados", exclamaba Angela.
Ya el miércoles, con el mismo cuadro, la mamá de los chicos se acercó nuevamente al puesto de Chimbas donde les diagnosticaron además gastroenterocolitis y no cambiaron la receta, según contó la abuela. Su hija, dijo, no aceptó más remedios porque "ya tenía de sobra".
"El jueves pasado, si bien los chicos no mejoraron, no los llevamos a la sala sanitaria porque ya estaban medicados y esperábamos que mejorasen", continuó entre sollozos Angela. Sin embargo, ayer pasó lo peor, tras el llamado a la ambulancia del SIFEME y los médicos que ya no podían hacer nada.