Buenos Aires, 16 de marzo .- Con la destrucción de unas 7.000 armas de fuego, fundidas hoy en una planta siderúrgica de Campana, el Gobierno nacional ya superó las 130.000 piezas eliminadas y sacadas definitivamente de circulación, en el marco del Plan Nacional de Desarme Civil.

Según afirmó el Ministro de Justicia, Julio Alak, tras supervisar ese procedimiento, se trata de ‘otro paso muy importante para lograr que las armas de fuego estén en poder exclusivo del Estado‘.

La destrucción de las 6.896 armas que estaban en depósitos judiciales se hizo en la planta de una siderúrgica ubicada en la Ruta 12 kilómetro 2,3, en la ciudad bonaerense de Campana, con la presencia de Alak; el ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia, Ricardo Casal, y el director del Registro Nacional de Armas, Andrés Meiszner.

‘Estas piezas habían sido secuestradas a delincuentes y fueron parte de causas judiciales que ya recibieron sentencia firme‘, informó Alak en un comunicado del ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Con esta acción, el gobierno nacional lleva eliminadas unas 130.000 piezas en el marco del Plan Nacional de Desarme Civil, lo que representan un 10% del parque registrado en el país.

‘Hoy procedemos a la destrucción y fundición de casi 7.000 armas de fuego que provienen del sistema judicial de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal‘, precisó Alak.

El ministro consideró que la acción ‘contribuye a la seguridad de los argentinos, porque cuando hay menos armas disminuye notablemente la frecuencia de los homicidios dolosos‘.

‘Dos tercios de los homicidios se producen por conflictos entre personas conocidas y no en ocasión de otro delito, por lo cual, esos homicidios se evitarían si no hubiese armas a mano, así como también muchos suicidios compulsivos, sobre todo en adolescentes, y accidentes de personas que manipulan esas piezas sin la preparación necesaria‘, sostuvo.

Casal, a su vez, dijo que ‘el arma en poder de los delincuentes atemoriza a la ciudadanía, y en poder de la familia puede causar un desastre y una pérdida irreparable‘.

Meiszner, por su parte, indicó que las piezas ‘fueron trituradas en un proceso transparente, frente a la comunidad‘.

‘Ese residuo es fundido en hornos de alta temperatura y la ganancia por la venta del resultante es donada a la Fundación del Hospital de Pediatría Juan Garrahan‘, para la compra de insumos hospitalarios como nebulizadores.

Entre los adherentes al plan de desarme se cuenta la Asociación Civil Alfredo Marcenac y representantes de credos cristiano, judío e islámico del grupo Religiones por la Paz.

Una evaluación del impacto de la medida realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) durante la primera parte del plan -que permitió recolectar 107 mil armas y 775 mil municiones-, reportó que los dispositivos en los hogares pasaron del 10% al 7%.

El estudio atribuye a la iniciativa haber bajado la tasa de suicidios entre 2006 al 2009: en general, un 5% y con armas de fuego, un 21%, informó la Red Argentina para el Desarme. En la ciudad de Santa Fe, donde hubo un alto nivel de recolección de armas, se observó un descenso de los homicidios y de las muertes con armas de fuego en general, dice el estudio del BID.

En cinco actos públicos anteriores habían sido destruidas más de 125.000 armas, 107.000 de las cuales provenían de particulares que decidieron deshacerse de ellas alentados por el Plan de Entrega Voluntaria, que prevé retribuciones de hasta 600 pesos a cambio de cada una.