Un grupo de investigadores de la Universidad Católica de Cuyo determinó que el consumo de dos cápsulas de aceite de semillas de chía reduce el colesterol malo y de hecho ya hay 400 pacientes en San Juan que están en tratamiento dentro del programa de investigación, con resultados preliminares positivos.
La investigación tiene tres años y en diciembre culminará la última etapa, por lo que luego analizarán los datos para realizar la publicación científica. Surgió por publicaciones varias que hablaban de los beneficios del aceite de semilla de chía para reducir el colesterol malo, pero que carecían de precisiones científicas que lo avalaran. “No había investigaciones al respecto ni estudios que determinaron cuáles eran los mecanismos moleculares de la chía que podían reducir el colesterol malo. Ese fue el puntapié de nuestro trabajo”, expresó Martín Bruno, responsable del Laboratorio de Neurociencias de la UCCuyo y director de la investigación, en la que trabaja Julieta Banco.
EN PACIENTES:
Luego de los análisis en laboratorio, que fueron positivos, pasaron a una instancia de campo y le brindaron cápsulas de aceite de chía a 300 voluntarios de la Universidad Católica de Cuyo. “Tomaron las cápsulas durante 60 días y los análisis de colesterol posteriores ratificaron nuestra hipótesis. Entonces seguimos avanzando y ahora le estamos dando las cápsulas a 400 pacientes de diferentes cardiólogos de dos clínicas privadas. Los resultados preliminares que surgen del seguimiento de estos pacientes también son espectaculares”, agregó Bruno.
Cada paciente toma dos cápsulas diarias y complementa el tratamiento que habitualmente se utiliza para bajar niveles de colesterol, que es con estatinas. “Sin embargo, los pacientes que se tratan con estatinas en general no reaccionan bien y la baja del colesterol malo que se logra no es tan efectiva como para alejarlos de eventos cardiovasculares. Con la suplementación de aceite de chía pasa todo lo contrario”, indicó el investigador. De acuerdo al trabajo, las propiedad de chía una vez que son procesadas por el hígado logran capturar al colesterol malo (LDL) y lo degrada. El LDL es malo porque tiende a acumularse en las paredes de las venas y arterias y cuando sus niveles son altos representan un mayor riesgo de sufrir un infarto o embolia.
En Estados Unidos existe un tratamiento para reducir los niveles de colesterol basado en anticuerpos monoclonales, pero es caro y poco accesible para personas de esta parte del mundo. En cambio, la investigación que proponen los sanjuaninos está basado en un método alternativo e incluso natural, puesto que las semillas de chía pueden comprarse incluso en herboristerías.

