La presencia como enganche de Mariano Messera motivó a que Darío Franco metiera mano en el cofre de sus ideas y cambiara el dibujo en el sistema de juego. Antes, el Verdinegro, había empleado un 4-1-2-3 que le dio satisfacciones pero que los rivales empezaron a tomarle la mano. Anoche, por primera vez, el juego del Verdinegro mostró las cualidades del 3-3-1-3. Con el ex-Gimnasia como enganche. El triunfo le dio razón al DT del cambio. No sólo porque el equipo tuvo más juego en la zona de gestación sino porque sus delanteros estuvieron mejor abastecidos. Eso sí, los engranajes funcionaron a la perfección. Especialmente en el respaldo a Messera, hecho carne en el buen trabajo de Scatolaro y también en la movilidad de Poggi.
