De acuerdo a los estudios preliminares de la investigación que lleva a cabo el científico sanjuanino Martín Bruno en la Universidad Católica de Cuyo, tomar por día dos cucharaditas de aceite de oliva de manera permanente ayudará a prevenir el Alzheimer. Este resultado parcial fue logrado en animales transgénicos del bioterio de la UCC, luego de dos años de investigación. ‘Los experimentos que hicimos indican que el aceite de oliva es un agente preventivo del Alzheimer. Los animales transgénicos que en su dieta recibieron dosis de aceite de oliva, equivalentes a dos cucharadas de té en humanos, bajaron los marcadores de inflamación y estrés oxidativo en zonas específicas del cerebro que están afectadas por el Alzheimer’, dijo Bruno.
De acuerdo al investigador, a medida que las personas envejecen empiezan a acumular en el cerebro estrés oxidativo, es decir, un cambio químico en las células que hace que el organismo termine por destruirlas, ya que no son funcionales. Este estrés oxidativo es una de las causas reconocidas del Alzheimer. ‘Para graficarlo, podríamos comparar esta oxidación con lo que pasa con la banana cuando la pelamos: se pone negra porque se oxida y para evitarlo hay que ponerle limón. El aceite de oliva tiene gran cantidad de agentes antioxidantes y anti inflamatorios y creemos justamente que su consumo diario tiene un efecto preventivo sobre el daño oxidativo’, dijo Bruno.
‘En las pruebas comparamos los aceites de oliva, maíz y girasol y descubrimos que el de oliva dio los resultados esperados porque tiene más concentración de polifenoles y olecanthal, justamente los agentes antioxidantes y anti inflamatorios’, agregó.
El trabajo de investigación de la UCC tiene apenas dos años y si bien en otros países hay profesionales estudiando las propiedades del aceite de oliva, el trabajo con ratones transgénicos a nivel cerebral y especialmente en Alzheimer que se hace en San Juan es único en el mundo, de acuerdo a Bruno. Sucede que la Asociación Internacional de Alzheimer no permite que haya solapamiento de trabajos. ‘El proyecto nació atando cabos.
Primero se descubrió que a personas que por diversas afecciones tomaban anti inflamatorios no los afectaba la enfermedad.
Paralelamente, estudios a nivel cardiovascular indicaron que el aceite de oliva ayudaba a reducir el colesterol malo y aumentaba el bueno. Entonces, empecé a pensar qué beneficios podía tener a nivel cerebral. Hicimos unos estudios, obtuvimos buenos resultados y conseguimos el financiamiento’, dijo Bruno.
Para la investigación se estudia el cerebro de ratas y ratones, modificados genéticamente para padecer la enfermedad del Alzheimer. Son análisis progresivos, de 30 días, 60 días, 9 meses y anuales. ‘Cuando termine esta fase del proyecto, la última parte la voy a hacer en Canadá, el año que viene. Allá hay aparatología que por ahora no tengo en el bioterio. Para eso voy a llevar los cerebros de las ratas congelados en nitrógeno y calculo que allá voy a estar 6 meses. La idea es que en junio de 2012 ya podamos dar los resultados y poder publicarlos a nivel internacional’, indicó Bruno.

