Con sus manos ajadas por el tiempo y el clima, la mujer toma unas ramitas para prender el fuego. Está a punto de hacer la horneada del día. De fondo, la ropa tendida en una soga improvisada, danza al compás del viento. La imagen es descolorida. Se nota que la filmación tiene sus años, pero es el único registro que existe sobre la vida de los pobladores de Bermejo de hace casi cinco décadas. Este documental, una joya del cine realizada por el sanjuanino Ricardo Levinton y que fue elogiado en Europa, salió a la luz tras haber estado perdido durante años. La idea es proyectarlo en Bermejo el próximo mes para que los descendientes de los protagonistas puedan ver a sus antepasados.

Casi veinteañero, Levinton se animó a registrar la vida cotidiana del pueblo caucetero. Lo hizo con una filmadora que le regaló su padre. Corría el año 1971 y el sanjuanino despuntaba el vicio de filmar. Hasta ese momento era sólo un hobby, pero luego se transformó en parte importante de su vida. De hecho, se fue a Francia a estudiar cine y allí se doctoró en imagen. Para poder registrar cómo vivía la gente de ese lugar perdido en el desierto, tuvo que pasar días enteros allí. Compartió almuerzos y charlas. Se adentró en sus vidas para así registrar cada instante pueblerino. El documental fue uno de sus primeros trabajos fílmicos y uno de los más importantes. Para recibirse de doctor, lo presentó como tesis y fue elogiado por los especialistas en documentales antropológicos más reconocidos de Europa.

Documental inédito sobre los pobladores de Bermejo de 1971

[EXCLUSIVO]Documental inédito sobre los pobladores de Bermejo de 1971Realizador: Ricardo LevintonMás info: http://j.mp/2w7fnhg

Posted by Diario de Cuyo on sábado, 26 de agosto de 2017



Pero para Levinton, las cosas en París no fueron fáciles al comienzo. Su familia, reconocida en el mundo de los vinos (propietaria de los vinos Maravilla, entre otros), quedó en la bancarrota. A pesar de esto, el sanjuanino decidió quedarse en París y hasta trabajó como cadete en un club. Luego entró a IBM donde todavía trabaja y es gerente de Programación de Productos Globales en IBM France.

Fueron varios los documentales que hizo sobre el pueblo y sus habitantes. Incluso hizo uno sobre la Difunta Correa. Pero Bermejo 1971 fue el primero y el más importante, incluso para él. Esto a pesar de que en 1994 volvió para filmar en ese mismo lugar. Durante décadas el material fílmico estuvo perdido y hace poco más de un año, cuando organizaba una mudanza, lo encontró. Entonces se puso en contacto con su amigo de toda la vida, el historiador Edgardo Mendoza, para ver si se podía divulgar. "El documental es único. Es un material antropológico imperdible porque muestra un pueblo que ya no existe como tal"; contó Edgardo Mendoza, que ya se puso en contacto con la gente de Cultura del Municipio de Caucete para proyectar el documental en el pueblo.

"Lo interesante será que los pobladores actuales tendrán la oportunidad de ver a sus antepasados y sobre todo, cómo vivían", dijo Mendoza. Es que a lo largo de los 19 minutos que dura el documental, el espectador puede ver cómo eran los almuerzos, las siestas y los encuentros en familia. El fútbol ocupa una parte importante como así también las nostálgicas imágenes del ferrocarril en pleno esplendor y de la estación de trenes.

Del auge del tren a la devoción de un santo


En las últimas cinco décadas, el pueblo de Bermejo, que está a 100 kilómetros de la ciudad de San Juan, cambió por completo. De vivir el esplendor del ferrocarril pasó a ser un lugar que sobrevive gracias a la actividad que hay por el santuario de San Expedito.

Está en Caucete y tiene poco más de 500 habitantes. Tradicionalmente la gente vivió del arreo de ganado o del ferrocarril. Ahora subsisten por las actividades que genera el movimiento del turismo de la fe. Lo que sobresale hoy de este poblado son los niños que salen de sus casas para pedir donaciones de todo tipo a la gente que va al lugar para expresar su fe. Hay negocios, santería pero el mayor movimiento se da los 19 de abril que es cuando se celebra la patronal de San Expedito. Durante ese día por el pueblo llegan a pasar unas 15 mil personas que vienen de distintos puntos del país por devoción al Santo.