El árbitro italiano Nicola Rizzoli será el encargado de impartir justicia en el partido entre Argentina y Alemania por la final del Mundial, luego de una reacción de AFA (encabezada por Grondona) que rechazó al sueco Jonas Eriksson y se inclinó por el italiano, que ya dirigió a la Albiceleste en sus triunfos sobre Nigeria y sobre Bélgica. Rizzoli será asistido por sus compatriotas Renato Faverani y Andrea Stefani y la función de cuarto árbitro recaerá sobre Carlos Vera (Ecuador). Don Julio "metió mano".