Cuando la llamarada superaba los 10 metros de alto, y la gente debía alejarse porque el calor se metía en el cuerpo con ganas, una batería de fuegos artificiales dibujó un cuadro único: la combinación del fuego de hoguera y del colorido, la naturaleza y la mano humana, como ritual de homenaje a San Juan Bautista, el patrono de la ciudad. Fue durante la fogata que se encendió anoche en el predio abierto de la ex estación San Martín, por el santoral, organizada por la Municipalidad de la Capital y la Iglesia Catedral.

Minutos antes de que encendieran la fogata, el edificio ya estaba bastante convulsionado. La gente esperaba el ritual, los niños jugaban en los toboganes y subeybajas, muchos salían de un foro organizado por Capital y el Inadi, otros tantos miraban la clase municipal de tango y el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, recorría la muestra plástica que hay en el centro cultural.

Hasta que llegó la procesión de unos 200 fieles, a pie desde la Catedral, encabezados por la imagen de San Juan Bautista. En el predio los esperaban otros 800, bajo la helada y con la música de la banda de música de la Policía. Tras la bendición, encendieron las primeras llamas el párroco Rómulo Cámpora, monseñor Alfonso Delgado, el intendente Marcelo Lima y el vicegobernador Rubén Uñac. Y ya con el fuego a pleno, los soldados del RIM 22 repartían chocolate caliente para todos.

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De los dos. Arriba, los fuegos artificiales. Abajo, las llamaradas de la fogata. El patrono de la ciudad de San Juan tuvo su homenaje principal anoche en la ex estación San Martín.