�Rafael Nadal (foto) salió al cruce de las sospechas de doping surgidas tras la divulgación de sus autorizaciones médicas para tomar productos no permitidos con uso terapéutico y aseguró que nunca consumió sustancias para mejorar su rendimiento deportivo. El mallorquín buscó de esta forma restarle importancia a la información difundida por el grupo de espionaje cibernético Fancy Bears, que el lunes publicó las autorizaciones para uso terapéutico que recibió Nadal en 2009 y 2012 para tratar sus problemas de rodilla.