No importó que las ráfagas arrancaran ramas o levantaran tierra. Igual llegaron hasta los puntos de partida estipulados y se pusieron a caminar. Así, a pesar del clima (ver páginas 12 y 13), llevaron a cabo las actividades previstas. Una fue en el Jardín de los Poetas, en Rivadavia, y otra, alrededor de la plaza principal de Chimbas.
Correcaminata fue el nombre que le pusieron al encuentro de Rivadavia. Se hizo para que la gente tome conciencia de lo importante que es hacer actividad física. Allí participaron unas 120 personas, entre embarazadas y adultos mayores. Aprovecharon la oportunidad para medir la edad vascular, controlar la glucemia, el peso y la talla de todos los participantes. Esta actividad fue organizada por el Municipio de Rivadavia y comenzó pasadas las 9. Lo que hicieron fue caminar alrededor del espacio verde, luego de hacerse los chequeos médicos.
Al mismo tiempo, en Chimbas, la gente fue igual para participar del Maratón por la Inclusión. El objetivo principal fue que discapacitados pudieran integrarse a una caminata con todos los vecinos chimberos. Si bien la actividad estuvo armada para arrancar a las 9,30, empezó un poco más tarde por el viento. En un primer momento se pensó en suspender la caminata, pero luego, los participantes comenzaron a llegar y no les importó las inclemencias climáticas a la hora de entrar en calor.
En ambos municipios, lo que se buscó con estas actividades, fue generar conciencia respecto a la importancia de la actividad física, de los controles de rutina y de la integración de personas con discapacidades a los eventos deportivos, según dijeron los organizadores.

