Apuesta a la historia. El sable de Antonino Aberastain fue trasladado en una carreta antigua en la que viajaba un efectivo policial con traje de época.

Desde el arranque, el formalismo y el respeto fueron el plato fuerte de la ceremonia. A pesar de la emoción y de la alegría que produjo este acontecimiento, los protagonistas no se salieron del protocolo ni festejaron. Fueron los efectivos de la Policía de San Juan que ayer tuvieron una misión diferente: trasladar el sable que usó Antonino Aberastain en la segunda batalla de La Rinconada, tras la cual fue asesinado. Lo hicieron en una caravana de dos horas y en total silencio por lo que sorprendieron a la gente con su paso. El arma quedó en el Museo Policial que se inauguró ayer, en la Central de Policía, en el marco de los 150 años que cumplirá esta institución.

En la Escuela de Policía, y a las 9, arrancó la caravana, lugar donde desde hace 30 años estaba este sable en resguardo luego de que un tataranieto del exgobernador lo donara a esta Fuerza. Formados y en posición de firmes, los efectivos contemplaron el paso de Carlos García, comisario mayor encargado de llevar el arma hasta la carreta antigua que lo transportaría hasta el flamante museo.

Encolumnados y custodiados por personal del GAM (Grupo de Apoyo Motorizado), los efectivos encargados de trasladar el sable arrancaron la marcha, acompañados por miembros de la División Montada y de un par de patrulleros que se encargaron también de abrir camino. Ninguno de los vehículos encendió las sirenas por respeto a lo que representa el arma y a la figura de Aberastain. Es por esto que la gente se sorprendió con el paso de la caravana, ya que ni sabía cuál era el motivo de la misma. Igual aprovechó para hacer fotos del contingente.

Tras algunas paradas protocolares, el sable finalmente llegó a su morada definitiva. Fue a las 11 en punto tal cual estaba estipulado. Justo a esa hora, el jefe de Policía, Luis Martínez, y demás autoridades, cortaron las cintas para dejar inaugurado el Museo Policial Subcomisario Gabriel Emeterio Guzzo.

  • El comienzo

A las 9, los efectivos de la Policía sacaron el sable de Antonino Aberastain de la Escuela de Policía donde estuvo por 30 años. Allí comenzó su traslado al museo.

  • Primera parada

La caravana policial hizo su primera parada frente a la Casa de Gobierno, donde efectivos de Infantería fueron espectadores del paso del contingente.

  • Parada emotiva

La caravana también paró frente a la Legislatura, donde el vicegobernador Marcelo Lima le agradeció a la Policía por todas las tareas cumplidas.

  • Llegada a destino

A las 11 el sable llegó a la Central de Policía para ser depositado en el museo. Fue el propio jefe Martínez quien desenvainó el arma para colocarla en la vitrina.