Adrián González de 13 años y Lautaro Saavedra de 9, son dos nenes sanjuaninos que esta madrugada recibieron la mejor de las noticias: estaban en la lista para recibir un riñón y apareció un donante cadavérico que era compatible con los dos.

Los dos niños dializaban en el mismo horario, atendidos por la Dr. Paola Caballero.

Según contó la médica pediatra a DIARIO DE CUYO, Adrián, que estaba en la lista de espera desde hacía muchos años, sufre insuficiencia renal crónica secundaria a una uropatía. "Estuvo en diálisis peritonial, pero fracasó y hubo que pasarlo a hemodiálisis”, explicó la profesional.

Además, contó que la historia hasta aquí fue muy difícil: “Su familia ya estaba decepcionada. Participó de tres operativos; el último fue a fines de marzo de este año, pero evaluaron el riñón y determinaron que no era el indicado para Adrián. Decidieron que no viajara, estaba punto de subirse al avión y le dijeron que no. Esta fue la oportunidad”.

Por su parte, Lautaro es el niño al que el año pasado se le festejó el cumpleaños en el Hospital Rawson. La doctora comentó que está en espera desde el 6 de enero y que “ha tenido muchas complicaciones y ha estado muchas veces internado, como en mayo del año pasado que estuvo bastante complicado. Su diagnóstico es el Síndrome de Prune Belly,  que es una patología que se caracteriza por un problema en la vía urinaria, entre otras cosas”.

Todo cambió esta madrugada cuando las familias de Adrián y Lautaro recibieron la noticia. El operativo debía partir a Buenos Aires al Hospital Garrahan para que los niños recibieran el trasplante de riñón, ya que había aparecido “probablemente un mismo donante cadavérico” cuyos órganos eran compatibles con los dos.

La doctora contó que recibió un llamado a las 2.30. Era la mamá de Lautaro diciendo que debían irse a Buenos Aires porque “salió el operativo”. “Ellos debían estar a las 9 en Buenos Aires por lo que averiguamos para que viajen por Mendoza pero tampoco llegaban”, manifestó.

“Hablamos con el  Dr. Derman, que es el encargado de los vuelos sanitarios. Una vez que me comuniqué, él se encargó de coordinar todo y de pedir la autorización a Aeronáutica, ya que partían desde Pocito”, dijo todavía emocionada. Así, a las 5 partió el vuelo a Buenos Aires.

Una vez recibido el trasplante, el proceso de recuperación será largo. “En este momento están todavía en cirugía, dura varias horas. Ellos después quedan generalmente un mes en el Hospital Garrahan. Allí van a ser evaluados y una vez que les dan el alta hacen controles una vez por semana, después cada 15 días y luego cada un mes, pero siempre en Buenos Aires”, manifestó Caballero.