Tras la muerte de Lara Agüero en el barrio Malimán por un ataque de un perro pitbull y un nuevo ataque hace unos días de una perra de esta misma raza a una arquitecta, se puso en tela de juicio a esta raza canina. Gustavo Funes, un veterinario con 30 años de trayectoria en la provincia, pidió restringir esta raza por su peligrosidad. "No hablo de sacrificar animales ni de aplicar políticas sanitarias porque eso va en detrimento del mundo de las mascotas, pero hay que hacer un relevamiento urgente para empezar a trabajar", explicó el profesional.

-¿Cómo surgen estas razas peligrosas?

-Hay que irse mucho para atrás. Hace 25 años este tipo de mascotas no tenían el tamaño que tienen ahora, hay especímenes con un gran tamaño y porte muy diferente al que era. Indudablemente hubo una manipulación de personas que con criterios no muy específicos y sin ningún tipo de base científica empiezan a cruzar animales para adquirir mayor tamaño, mayores condiciones físicas, mayor resistencia para tener una especie de mayor poder. No se busca mansedumbre de las generaciones siguientes sino que se busca mayor tamaño y se dejan de lado ciertas características que beneficiarían a la generación siguiente. Lamentablemente no hay asociaciones que frenen este tipo de actividades.

-Es allí entonces donde se modifica la genética y comienzan las conductas inapropiadas...

-Los criterios de selección que se producen para las cruzas no son los correctos. La genética marca la generación. Un perro no es como el ser humano que la generación cambia entre 20 y 40 años, en un perro el recambio es constante. La raza tiene intrínsecamente un carácter que no se puede modificar. Los perros no son todos iguales y no influye en cómo lo cuide la persona, yo creo que hay factores intrínsecos que no son modificables, hay factores que tienen que ver con el carácter que se fija a través de la generación y al no ser tenido en cuenta se dispara, se descontrola, entra en una nube gris y no puede ser manejado por nadie. Esa nube gris nadie la puede analizar, es probablemente lo que le pasó al perro que atacó a la nena en Rawson.

-Entonces, ¿no se puede modificar la conducta?

-Hay factores intrínsecos en la raza, en cada especie, que no son modificables. Las personas para poder modificar esos factores tienen que interactuar mucho tiempo con los animales, hay que tener ciertos tips que existen en el comportamiento de especies en conjunto, como por ejemplo que los caninos se manejan por jerarquía. Saber diferenciar para qué existe cada raza y sus funciones. La policía trabaja con ovejeros alemanes para defensa y no eligen labradores o golden porque esos están destinados a otras actividades, ahí se explotan los valores intrínsecos. No todos los perros son iguales.

-¿Cuales son las razas que se consideran peligrosas?

-Son también adjetivizadas como razas poderosas, los mastines que son los dóberman, los perros de guardia que se consideran los rottweiler, dogo argentino, bull terrier, todos tienen características guardianes. Después están los mestizos que se producen por la tenencia irresponsable cuando se hacen cruzas de cualquier tipo, dogo con pitbull, pitbull con dóberman y así se va descontrolando todo y es donde se dejan de lado factores intrínsecos que hacen a la raza.

-Entonces, ¿no son aconsejables para domesticar?

-Tengo que ir en contra de ciertas posturas como la de proteccionistas, pero mi opinión personal es que ya debería estar restringida la tenencia de animales de estas características ya sea por una legislación municipal, provincial o regional. No hablo de sacrificar animales ni de aplicar políticas sanitarias porque eso va en detrimento del mundo de las mascotas. Pero no es casualidad que siempre en los casos de violencia callejera o accidentes domésticos siempre está involucrado un pitbull. La gente debe entender que en esta raza no va ser modificable la conducta. En mi clínica llevamos estadísticas y que en el 70% de consultas de agresiones que atiendo entre perros esté involucrado un pitbull, no es casualidad. Por eso insisto en que hay que ir restringiendo la raza pitbull.

-¿Cómo se aplicaría esa restricción de la raza?

-La solución no debería ser en el corto plazo. Hay que hacer un relevamiento y hacer pruebas pilotos en los sectores donde están y que sabemos donde son, porque no nos vamos a encontrar con estos ejemplares en plena ciudad sino que sabemos que están distribuidos en las periferias de la Capital. Hay que hacer un relevamiento de especímenes y tomar como testigo ciertos barrios o departamentos, es muy difícil relevar en toda la provincia pero si uno tiene la cantidad de ejemplares que puede haber no sólo de pitbull sino de las consideradas razas peligrosas, sería todo más fácil de tratar. Con eso se podría poner un límite a largo plazo para que estos perros no puedan seguir multiplicándose y llegar a la restricción total de la raza.

-¿La castración sería fundamental en ese relevamiento?

-Es una alternativa pero lo ideal sería poner una fecha estimativa a largo plazo, por ejemplo, 5 años. Los perros viven entre 10 y 12 años, esa sería una pauta para tener en cuenta en el relevamiento y desde ahí, la prohibición total de la raza. Mientras tanto ir generando una conciencia social y una tenencia responsable de la mascota. Que la gente entienda que debe prestarle atención a la raza, por ejemplo, en esta semana recibí una consulta de un cliente que tiene un pitbull y está asustado por todo lo que está pasando. Si bien no ha mostrado cambios en su conducta, el animal está solo porque mi cliente trabaja todo el día. Me preguntó qué hacer y le dije que ya es tarde para darlo a otra persona porque el perro ya creció y maduró y ya tiene fijado su comportamiento y caracteres. Si bien puede haber modificaciones es un proceso que lleva tiempo ya sea con un paseador o un conductista, pero va ser difícil cuando el perro ya creció.

-¿Cuánto tiempo es el aconsejable para educar a un perro?

-Los primeros cuatro meses son clave. En ese tiempo son fundamentales las caminatas, sacarlo a la vía pública y que el perro sociabilice con otras personas y animales. Pero lo más importante es saber elegir la raza, saber si el perro va tener su lugar y espacio, sino al animal se le produce estrés y a eso yo le llamo maltrato animal. Hay mucha gente que elige un perro y no analiza si le va poder brindar todos los cuidados que una mascota requiere. Supongamos que un perro vive en un departamento y el dueño dice que lo va sacar a la plaza todos los días, pero si el perro tiene que subir escaleras todos los días le estamos generando un estrés al animal que a los dos años lo va sentir, serían como 20 años nuestros. No hay que elegir perros por catálogo.

  • Una tragedia y una cifra que crece

Era cerca del mediodía del lunes 14 de septiembre cuando la noticia conmovió a toda la provincia. Lara Agüero, una nena de 9 años, se dirigía a un negocio cercano a su casa en el barrio Malimán, en Rawson. Un perro pitbull de un vecino se escapó, la tomó por el cuello y la arrastró por la vereda ante la mirada de su hermana y un primito y el intento desesperado de los vecinos de sacarle de encima el animal. La menor falleció prácticamente en el acto y la autopsia determinó que fue por la mordida en la aorta. El caso lo lleva el Tercer Juzgado Correccional y el propietario del perro, Braian Silva (22) sería juzgado por homicidio culposo, un delito excarcelable, mientras que el perro (foto) continúa en un refugio donde es tratado por un conductista para determinar los pasos a seguir aunque no sería devuelto a la familia.

La semana pasada se conoció un nuevo caso también con una perra pitbull involucrada. Adriana Mugnos, una arquitecta de 46 años, salía de su casa en el barrio Cras en Capital, cuando fue atacada por la cintura por la perra de su vecino. La mujer tuvo que ser asistida en urgencias del Hospital Rawson por las heridas recibidas y horas después radicó la denuncia en la Comisaría 3ra de Trinidad. Mugnos comentó que no es la primera vez que la perra se manifiesta agresiva, más de una vez ella tuvo que asistir a una callejerita de la cuadra atacada por la pitbull y son varios los vecinos que se quejaron por el animal.

En tanto que la cifra por ataques de perros crece y ya son 75 las denuncias registradas en lo que va del año, la mayoría en la Policía Ecológica pero también muchas en la Comisaría 13º.