Ayer, Juan Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), dijo a Télam que ‘’se están ultimando los últimos detalles del plástico para tenerla en las próximas horas’’. La nueva tarjeta fue impulsada por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, luego de acordar el primer congelamiento de precios con los supermercadistas -en febrero pasado- como una herramienta que le permita a las cadenas pagar menos costos de comisión por el uso de plásticos. En rigor, los comercios ahora pagarán con la Supercard una tasa de 1% por las ventas realizadas, la más baja del mercado; mientras que las tarjetas tradicionales cobran 3% por cada transacción. Igual, las tarjetas tradicionales y las que emiten los súper seguirán vigentes.
Este plástico tendrá para los consumidores una tasa de financiación de 22% anual, menor a la que ofrecen las tarjetas de los bancos, en tanto que el costo mensual del resumen será de 38 pesos y el cargo de renovación anual de 126 pesos, precisaron. La Supercard tiene un límite de compra de $20.000 y uno de crédito de $6.000, aunque se espera que las cadenas anuncien otros beneficios.