Ir de un foyer a otro del Auditorio Juan Victoria da miedo. O fascinación. O estupor. O todo eso junto. Hay que avanzar despacio, para no chocarse con algún dinosaurio gigante, de esos que tienen los ojos amarillos furiosos y las mandíbulas abiertas y estiradas hacia adelante, como a punto de devorar a cualquier despistado. Entre los grandotes verdosos hay otros igual de impresionantes, pero sin piel, sólo huesos. Y entre todos hay paisajes de plantas enormes y colores que ilustran cómo debe haber sido San Juan hace 220 millones de años. Como si el Valle de la Luna hubiera viajado por el tiempo para aterrizar en esas galerías. Esa sensación despierta la muestra Gigantes de Ischigualasto, que el Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ y la Fundación Arte y Ciencia ya comenzaron a instalar para inaugurar el próximo sábado a las 20:30.

La muestra, que es la más grande del país que tenga corporizaciones de dinosaurios, incluye 23 cuerpos completos y 8 esqueletos, todos en tamaño real, distribuidos por los foyeres Sur y Norte y el pasillo trasero que los conecta. Esto se completa con los dioramas, que son pinturas de paisajes dispuestas en paneles curvos, cóncavos, para dar mayor sensación de profundidad. En total la exposición ocupa alrededor de 1.500 metros cuadrados. Y recorrerla completa, leyendo toda la cartelería explicativa, insume entre 45 minutos y 1 hora. Además, una vez en funcionamiento, habrá guías que le explicarán al público de qué época del Triásico era y cómo vivía cada animal.

El tubo de ensayo de Gigantes de Ischigualasto fue la edición 2008 de la Fiesta Nacional del Sol, en el Predio Ferial. Allí, sobre una tarima, había un botón de la muestra. Algunos de los animales y de los paisajes estaban ubicados, iluminados y presentados al público, mientras un grupo de guías explicaba de qué se trataba. Lo que hay ahora en el auditorio es casi seis veces más grande.

Desde el museo dijeron que es muy probable que, una vez inaugurada la muestra, se cobre entrada. Revelaron que aún no definían el precio pero que sería mínimo. Y que seguramente habría promociones para que la visiten los chicos de las escuelas sanjuaninas. La exposición estará en el auditorio inclusive hasta el 30 de julio, para que sea un atractivo durante las próximas vacaciones de invierno.

Como se trata de una muestra sin precedentes, realmente impactante y en la que el Gobierno provincial participó con la financiación de su construcción, los organizadores dijeron que estaban intentando que los dinosaurios ocuparan al menos algunos minutos de la apretada agenda que trajo anoche la presidenta Cristina Fernández, quien permanecerá hasta pasado el mediodía de hoy en San Juan.

Armar esta muestra, tarea con la que se comenzó hace más de tres años, no fue nada sencillo. El equipo del museo, dirigido por el paleontólogo Oscar Alcober, arrancó desde los fósiles de dinosaurios petrificados en Ischigualasto. De ahí en más se hizo todo el proceso de investigación para determinar, con la mayor aproximación posible, cómo lucían esos animales. Tras mucho trabajo, crearon las corporizaciones, que en algunos casos llegan casi a la decena de metros de largo, para traer el Triásico al siglo XXI.