Estaba por entrar River a la cancha y ya se escuchaba en el estadio Monumental el “Ortega, Ortega”. Muchísimas banderas en la platea con la foto de Ariel, porque volvía el Burrito después de un largo tiempo sin jugar y la gente lo aclamaba como el salvador de esta crisis. Minutos después entró y no se escucharon aplausos, sino “Ortega, Ortega”, el propio ídolo contestó con una mano en el corazón y señalando a la tribuna. Así era la antesala de la posterior derrota ante Newell´s, que terminó con un clima áspero. La gente insultó a todos, Astrada salió con la cabeza gacha y el único ovacionado….Ortega.

En el partido el Burro aportó sus toques de calidad, que todavía los tiene intactos. Obviamente en la primera que tocó bajaron los aplausos, luego hizo su primera y tradicional gambeta con le quiebre de cintura y bajó el “ole” del público, que sólo bancaba a Ortega. Para los demás no tenía más paciencia.

Ariel apareció por momentos, pero lo hizo con claridad. Metió dos asistencias que pudieron terminar en gol. También se dio el gusto de hacer dos taquitos, que dejaron solo a Abelairas. Tampoco olvidó sus mañas, se tiró en el área, pero el árbitro no “compró”. Después, propio de su inactividad se cansó y hasta agarró a un rival para que el árbitro le sacara tarjeta amarilla. Igual, el público lo bancó sólo a él.