La historia muestra que han pasado dos censos y la Cámara de Diputados nacional, que debe por mandato constitucional modificar la representación de cada provincia -la cantidad de diputados nacionales por distrito- en base al avance de la población, no lo hizo ni en 1990 ni en 2001. Así, es una intriga qué pasará con los resultados del censo 2010. El Congreso tiene dos partes. El Senado representa a las provincias, a razón de tres senadores cada una (en la Constitución anterior a 1994 eran dos, pero el acuerdo Alfonsín-Menem lo llevó a tres, igual que en la reforma de facto de Lanusse de 1972). El pueblo está representado en la Cámara de Diputados, donde la cantidad de legisladores de cada provincia, en principio, es proporcional a la cantidad de habitantes. La Constitución establece un mecanismo para determinar la cantidad de diputados en el artículo 45: “El número de representantes será de uno por cada treinta y tres mil habitantes o fracción que no baje de dieciséis mil quinientos. Después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada”. En 1983 Reynaldo Bignone, al llamar a elecciones generales, dispuso que la cifra a usar para el cálculo de diputados fuera de 161.000, que al cálculo se le añadirían tres diputados adicionales, y que el mínimo de diputados por provincia fuera 5. El resultado neto fue que se agregaron diputados cuando la Carta Magna no lo dispone así. Y que, por ejemplo, un diputado de Tierra del Fuego representa aproximadamente 15.000 personas y uno de la provincia de Buenos Aires a 155.000. Si bien son los casos extremos, la realidad es que la distorsión es grande entre todas las provincias. Todo esto como consecuencia de la que puede considerarse una anticonstitucionalidad, de agregar 3 o más diputados al cálculo por población. ¿Qué pasaría si la composición fuera la constitucional, con base 161.000? San Juan tendría, en base a los dos últimos censos, 4 diputados nacionales y no 6 como ahora y habría 228 bancas nacionales en total. En 2011, con el crecimiento previsto, para los sanjuaninos quedaría igual pero el total se elevaría de 228 a 252, ganando escaños las provincias grandes como Buenos Aires y Córdoba.
