El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, rechazó ayer toda vinculación entre el gobierno del ex presidente Néstor Kirchner y la empresa Medical Jet, implicada en un caso de narcotráfico en España y, en cambio, dijo que esa compañía tenía relación frecuente con el sindicalista Luis Barrionuevo. Por su parte, el dirigente gastronómico y titular de la opositora CGT Azul y Blanca negó terminantemente tener vínculos con los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá durante la presidencia de Carlos Menem y afirmó ser víctima de “acusaciones al voleo”. Fernández salió al cruce de versiones periodísticas acerca de la presunta vinculación de la empresa con el gobierno de Kirchner y citó al diario Tiempo Argentino para indicar que los hermanos Juliá, responsables de la empresa, “en la campaña de Barrionuevo han aportado dinero” mientras que “a Kirchner no le aportaron dinero nunca jamás y además nunca participaron en ningún viaje ni nada por el estilo de Kirchner”, aclaró. Insistió en que, según lo publicado, quien tenía relación con la compañía aérea era Barrionuevo quien viajaba frecuentemente a Catamarca en sus aviones. Fernández no se refirió al presunto vínculo de la empresa aérea con el empresario kirchnerista Lázaro Báez porque los empresarios privados “tienen que defenderse ellos solos”, advirtió, pero reiteró que “si hubiese sido cierto que había relación con el Gobierno” de los Juliá, “por qué no la denunciaron aquellos con los que colaboraban”.