El olor a pegamento, tan penetrante que marea, se mezcla con el de las telas de cortinas, relucientes y recién colocadas, y el de la cuerina impecable de las nuevas butacas. Todo combina: el marrón profundo de las butacas, con el tono bronce de la alfombra y el beige con reflejos verde oscuro de las cortinas, porque la idea fue que la gama que vistiera al nuevo Teatro Sarmiento fueran los colores de la tierra sanjuanina. Aunque ayer al mediodía todavía quedaban por colocar las últimas hileras de butacas, la sala ya estaba casi lista para la gran reapertura de hoy, después de más de dos meses de haber iniciado las obras de refacción. Subirá a escena un clásico de la literatura española: El Lazarillo de Tormes, a cargo del elenco Teatro de la Barda, de la provincia de Río Negro. Y será, además del día inaugural para el nuevo teatro, el puntapié inicial de la Fiesta Nacional del Teatro, que comenzará oficialmente con un acto protocolar en la Plaza Seca del Centro Cívico, a las 20 de hoy.

"No habrá un acto propiamente dicho en el teatro, sino que directamente arrancará la 26ta Fiesta Nacional del Teatro con una puesta en escena. Después de tanto trabajo, el teatro ha quedado muy lindo y realmente luce como nuevo, aunque todavía faltan las refacciones que encararemos en la próxima etapa", dijo ayer Mónica Arturo, directora de Acción Cultural.

Desde hace cinco días, los obreros que terminan con los arreglos en el Sarmiento trabajan doble turno, incluso utilizando algunas horas de la noche, para poder llegar a tiempo y entregar la sala antes de la primera obra de teatro. Lo único que no estará habilitado hoy, cuando se presente el elenco rionegrino, será el pullman (en la planta alta), porque todavía no se había terminado de colocar las nuevas butacas en ese sector. En total, entre el piso de la sala, el foyer y la zona de pullman, colocaron 1.400 metros cuadrados de alfombra resistente al alto tránsito, ya que se estima que pasan por el teatro unas 100.000 personas al año.

Las obras incluyeron el arreglo del sistema de aire acondicionado y el mantenimiento de las instalaciones eléctricas y cableado, en general. En una segunda etapa, que todavía no tiene fecha de inicio, pero que las autoridades del Ministerio de Turismo, Cultura y Medio Ambiente quieren ver concluida antes de fin de año, está previsto agrandar los baños, habilitar una nueva boletería en un espacio de la planta baja y colocarle un tanque de agua propio al Teatro, ya que un tanque compartido con la Escuela Superior Sarmiento.

Según estimó Mónica Arturo, el trabajo se hizo en los plazos establecidos, justo a tiempo para que el teatro vuelva a brillar en la sala más tradicional de San Juan.