En el salón de actos no se escuchaba más sonido que el del Coro de la Universidad Católica de Cuyo que quiso estar presente en los festejos por pertenecer al mismo departamento donde se encuentra el hospital. Y durante su presentación, médicos y enfermeros derramaron las primeras lágrimas de emoción. Fue cuando el coro interpretó "Honrar la vida", dedicándolo a todos quienes dedican su vida a salvar vidas ajenas. A las 10:30 estaba previsto el comienzo de las actividades. A las 10:20 ya no entraba un alma en el salón de actos. Ayer, personal en servicio y retirado se reunió para festejar el aniversario número 40 del Hospital Marcial Quiroga. Festejo que incluyó varios momentos emotivos que hizo llorar a los presentes.
A partir de ahí, la emoción no dio tregua. Aún con los ojos húmedos y enrojecidos, el personal del hospital volvió a llorar. Esta vez, al ver un video que mostró la historia de este lugar y a quienes fueron los primeros jefes. Pero el momento más emotivo en esta ocasión llegó casi al final de la proyección cuando Martín Riveros, el primer jefe del Servicio de Tisiología del Marcial Quiroga, dijo que "un médico que no hace hospital, no es médico", frase que el público aplaudió de pie.
Llegó el momento de distinguir con medallas y diplomas al personal retirado y al que lleva más de 35 años en servicio. Todos se sorprendieron cuando una chica desconocida subió con ellos. Era la hija de una enfermera que quiso ser ella quien le entregara el diploma a su mamá. Acto que terminó con un fuerte abrazo entre ambas. Y lágrimas nuevamente.
El encargado de reemplazar lágrimas por risas fue Enrique Gutiérrez, el primer jefe de Clínica Médica del Hospital Marcial Quiroga, que recibió una placa en honor a su trayectoria. Recibida la distinción y pidió un micrófono para decir unas palabras. Y lo primero que dijo fue: "No hay nada más peligroso que darle un micrófono a un viejo", haciendo reír a todos los que concurrieron al acto.
Después de relatar algunas anécdotas, Gutiérrez se despidió, pero dejando algunos consejos. Mirando a los médicos y enfermeros, dijo: "Primero, quieran, respeten y traten al enfermo como si fueran ustedes los que están internados. Segundo, estudien porque la medicina avanza en forma permanente. Tercero, quieran al hospital como si fuera su casa. Y cuarto… no le vuelvan a dar el micrófono a un viejo".